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Oro y símbolos de una larga veneración: así es el ajuar de túnicas del Señor Rescatado de Córdoba

Abc.es 
Del traje de luces que se pasó en el albero a los hilos que donó la Casa de Medinaceli y a los que recogen la devoción de los muchos que le rezan. Nuestro Padre Jesús Nazareno Rescatado plasma en Córdoba la larga veneración de los cordobeses en muchos aspectos, y uno de ellos es su ajuar de túnicas bordadas, que lleva en Semana Santa , besapiés y culto diario. La más antigua es también una de las más sencillas, la conocida como de la pasión . Su cofradía la recuperó en 2021 y explicó que data de la década de 1940. La llevó el Señor en sus primeras estaciones de penitencia, tras el nacimiento de la cofradía, y es de autor anónimo. Su estampa es la clásica del Señor, porque es una túnica de cola de color morado. Tiene motivos vegetales en la parte delantera, la más corta, mientras que en la trasera figuran símbolos de la pasión, como la columna, los flagelos, las escaleras, la corona de espinas y los clavos. Una restauración a cargo de Mercedes Castro sirvió para recuperar, por iniciativa de un grupo de hermanos, esta pieza, una de las más antiguas del ajuar del Señor Rescatado, ya que presentaba un notable deterioro. También de cola es la túnica que el torero Rafael Sánchez Saco regaló al Señor en la época en que todavía era novillero, con bordados que procedían de un traje de luces. En esa ocasión cambia el color morado tradicional por el azul noche , no muy distinto. La pieza destaca por la profusión de los bordados tanto en la zona más frontal como en la cola, y son de oro entrefino, como explica la cofradía en su página web. La más tradicional de todas llegó en 1968 donada por Concepción Rey de Prado-Blanco, Duquesa de Medinaceli como esposa del décimo séptimo titular de esta importante casa nobiliaria. Se refrendaba así la vinculación de Medinaceli con esta iconografía, que nació cuando acogieron en su capilla de Madrid la imagen que había estado cautiva de los musulmanes en África. La túnica la bordaron las Madres Adoratrices sobre terciopelo morado, es también de cola y destaca por la riqueza y elaboración, siempre a base de motivos florales que se reparten por casi toda la superficie. Es la elegida para la mayoría de Domingos de Ramos y besapiés del primer viernes de marzo. La más reciente llegó en el año 2013, cuando se cumplían tres siglos de la bendición del Señor Rescatado y su llegada a la iglesia de los Trinitarios. Fue una donación de sus hermanos costaleros y tenía dos singularidades: el color púrpura y el que fuera corta, talar , y no de cola. La lució en la procesión extraordinaria que se hizo en noviembre. El púrpura es el color asociado a los reyes, y de hecho se estrenó con un besamanos, también asociado a la fiesta de Cristo Rey, que por primera vez se hacía para el Señor. La túnica la bordó Mercedes Castro con diseño de José Antonio Rojas Moriana, sacerdote y hermano de la cofradía. Entre su decoración de roleos, hojarasca y cuernos de la abundancia, muy habituales en piezas de este tipo, destacan los grilletes, símbolos del cautiverio y de la tradicional vocación de trinitaria de redención de las personas presas.

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