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Asaja alerta de los daños de la lengua azul en la campaña navideña del ovino en Córdoba

Abc.es 
Cunde la inquietud entre el sector ganadero cordobés de cara a la campaña de ventas ligada a la Navidad debido a la aparición de casos de lengua azul en explotaciones de ovino y de vacuno en provincias próximas. La principal consecuencia de todo ello es la limitación de movimiento a la que se ven sometidos estos animales, con el perjuicio que ello conlleva para sus propietarios. Ante esta situación, la Junta de Andalucía se ha puesto manos a la obra y ha iniciado un plan de vacunación entre las reses para evitar la propagación de esta enfermedad, que se contagia a través de un mosquito y que no tiene ningún impacto en los seres humanos. Sin embargo, en Asaja consideran que la cifra de inmunizaciones y el ritmo con el que se están poniendo no son suficientes para garantizar la seguridad de las cabezas existentes en Córdoba, con una especial incidencia en el Norte donde se aglutina la mayor parte de la actividad pecuaria. Fue hace siete años cuando se declaró el último brote de la conocida como fiebre catarral ovina. Fue la de los serotipos 1 y 4 , de las que han sido vacunadas las reses desde entonces de forma obligatoria. Lo que causa temor entre los ganaderos es el hecho de que este verano entró desde Portugal la variante 3 de esta patología, para la que existe una inmunización. Desde entonces se han declarado casos en las demarcaciones de Huelva y Sevilla, además de en Extremadura. La normativa establece que las explotaciones que se encuentren a menos de 150 kilómetros de un foco tienen limitado el movimiento a zonas libres de sus animales para vida; es decir, para acudir, por ejemplo, a un cebadero, pero no existe ninguna prohibición si su destino es el matadero. Más recientemente se han detectado reses infectadas de lengua azul en Cataluña y en Aragón , pero con el serotipo 8, desconocido hasta el momento. Para esta modalidad no existe actualmente ninguna vacuna, aunque actualmente dichos casos se encuentran lejos de Córdoba. El delegado territorial de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Acosta, aseguró a ABC que «a día de hoy no tenemos declarado ningún caso en Córdoba ». A pesar de ello a finales de octubre el Gobierno andaluz inició un plan de vacunación de la cabaña ganadera de la provincia, que consistió en la adquisición de unas 313.000 dosis. Según la información facilitada por este representante de la Administración autonómica, ya se han puesto 166.000 de esas inmunizaciones , 131.000 en el ovino y 35.000 en el vacuno. «Está previsto que lleguen nuevas vacunas, de la que no se han declarado efectos adversos hasta el momento en las reses, en los próximos días para cubrir a todos los animales que puedan verse afectados en Córdoba», afirmó Acosta. Detalló, además, que está previsto que estas restricciones finalicen el próximo 15 de diciembre al considerar que en esas fechas las temperaturas serán más bajas y eso anulará la posibilidad de existencia de los mosquitos transmisores. Tanto el delegado como representantes del sector ganadero consultados recuerdan que esta enfermedad tiene un mayor impacto en el ovino , debido a que puede causar su muerte, mientras que en las vacas los síntomas son más leves, aunque provocan en muchas ocasiones una disminución de la producción láctea. Acosta señaló que su departamento mantiene contactos constantes con las cooperativas más representativas del Norte de la provincia, como es el caso de Covap, Corpedroches y Merinos del Sur. Por su parte, el presidente de Asaja en Córdoba, Fernando Adell, se hizo eco de la «enorme preocupación» existente entre los productores ganaderos, sobre todo en el caso del ovino, por el impacto de las limitaciones del movim iento de cara a la campaña de Navidad. «Si estas restricciones finalizan el 15 de diciembre como prevé la Junta por la llegada del frío, el sector no tendrá apenas tiempo para sacrificar todos los animales que prevé comercializar para este periodo, pero la situación puede ser peor si las temperaturas a partir de esa fecha siguen siendo livianas, lo que generaría un gran problema para el transporte». Adell se mostró muy crítico con la Administración autonómica en cuanto a su política de vacunación. «Las dosis adquiridas no son ni para empezar porque no cubren a todos los rumiantes que pueden contraer la enfermedad, lo que puede provocar que el ganadero no pueda vender sus animales y generar, de este modo, unas pérdidas económicas que dificulten la adquisición de alimentación para su ganado en invierno», apuntó el máximo responsable de la patronal agraria. Las estadísticas oficiales de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural señalan que en 2023 , entre vacuno y ovino, Córdoba contaba con un total de 650.330 cabezas , la cifra más elevada de toda Andalucía.

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