Homo Guerreado
UNO Se oyen --en realidad no es que vuelvan a oírse porque nunca han dejado de sonar; lo que ocurre es que ahora han vuelto a subir volumen y peso del asunto-- tambores de guerra. Y Rodríguez siempre se preguntó por qué tambores y no furiosas secciones de cuerdas ahorcadoras o estruendosas cuadrillas de ventosos bronces marca Jericó. Lo de los tambores tendrá que ver con algo tribal, se contesta. En cualquier caso, cada vez más fuerte y cercano, parece estar ese momento del que no hay retorno y, a partir de entonces, serán tantos los que van a irse (¿se va La Tercera? ¿se viene La Última?) para ya no volver...