Clavijo pide a PP y PSOE que «no vayan con la pistola cargada» a la reunión sobre la Ley de Extranjería

El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, ha adelantado que el PP volverá a la negociación para la modificación de la Ley de Extranjería , confiando en que sea una reunión productiva y que haya acuerdo entre el PP y el PSOE, a los que ha pedido que « no vayan con la pistola cargada ». A ambos grupos políticos les ha pedido « generosidad » y que no acudan »llenos de prejuicios« para la productividad de esta reunión que trata de desatascar la reforma de la ley. «Solo con conseguir que nos sentemos hemos avanzado», ha señalado en la sesión de control del Pleno del Parlamento en la que ha indicado que la reunión se celebrará previsiblemente en la primera semana del mes de diciembre para tratar de cerrar un acuerdo que sería ultimado en la Conferencia de Presidentes. Ha reconocido que le «parecía impensable» que se produjera la reunión y ahora le «llena de esperanza» porque su Gobierno sostiene que la modificación legal «es la solución» al problema que hay en las islas con la distribución de los menores migrantes , que además debe ser asumida por todas las comunidades autónomas. Para Clavijo, la respuesta del PP, abre «una posibilidad real» de acuerdo y de que se planteen soluciones para la reforma de la Ley de Extranjería de cara a la Conferencia de Presidentes del 13 de diciembre, porque ha defendido que «si hay voluntad » la distribución de los menores «se va a resolver». Además, ha reconocido que en «el pasado», él mismo ha cometido « errores « fruto de la «desesperación e impotencia». Ha señalado también que la carta enviada por el Gobierno a la Comisión Europea le «decepcionó» porque «no habla de cuestiones concretas» para Canarias. Para el presidente regional, «no hay otra hoja de ruta que la modificación del artículo 35», ha señalado, y que «todos lo asuman». Del mismo modo, también ha pedido a los diputados de Vox que « no vendan motos » porque se trata es de «regularla y hacerla de manera segura», instándoles a no «criminalizar» a los migrantes y a utilizarlos como «elemento de miedo».