La mezcla mágica que ayuda a quitar el sarro de los dientes de manera definitiva
El cuidado de los dientes es fundamental para evitar el desarrollo de enfermedades, tales como las caries.
Uno de los problemas más comunes que se presenta en la salud bucal es la aparición del sarro. Algo por lo cual varios recurren a una variedad de productos farmacéuticos y tratamientos costosos para eliminar esta afección.
Esta problemática, que se produce por un deficiente cuidado en los dientes, puede provocar inflamación e irritación de las encías, así como también mal aliento.
Esta es la mezcla casera para quitar el sarro de los dientes
Si querés eliminar el sarro de los dientes y obtener una sonrisa reluciente, hay un truco casero que se destaca por sus notables beneficios.
Para eso, solo necesitarás combinar dos elementos comunes en todos los hogares: bicarbonato de sodio y sal.
Esta mezcla es ampliamente reconocida y utilizada por su eficacia en el mantenimiento de una buena higiene bucal.
El primer paso es mezclar en un bowl el bicarbonato de sodio y la sal con agua para armar una pasta. Luego, debés apoyar el cepillo de dientes mojado sobre la mezcla y empezar a cepillar las zonas con mayor acumulación de sarro. Por último, enjuagar la boca con agua para eliminar los excedentes de la pasta.
Es importante recordar que este método casero debe aplicarse con regularidad, ya que su uso excesivo o inadecuado puede provocar diversos efectos secundarios. Por eso, se aconseja usarla solo dos veces por semana para no debilitar el esmalte y generar sensibilidad dental.
Qué ocurre si no se elimina el sarro de los dientes
La acumulación de sarro en los dientes puede provocar numerosas consecuencias negativas para la salud. Entre ellas se encuentran:
- El daño de encías: el sarro puede generar inflamación, sangrado, retracción y cambio de color. Estos síntomas pueden llevar a padecer enfermedades periodontales como la gingivitis o la periodontitis.
- Favorece el mal aliento: las bacterias acumuladas generan compuestos sulfurados volátiles que alteran la frescura del aliento.
- Debilitamiento del esmalte dental: esto puede provocar la aparición de caries.
- Riesgo a padecer enfermedades sistemáticas: como la diabetes, enfermedades cardiovasculares y artritis.