Hija, ¡no hay quien te entienda!
El lenguaje es herramienta poderosa, valioso don que nos permite percibir la realidad, organizarla, interpretarla, comprenderla y nombrarla. A través de él podemos representar lo que conocemos, pensamos, sentimos y comunicarlo a otros, hasta el punto de que, en palabras del filósofo Ludwig Wittgenstein : «Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo», que crece cuanto más capaz sea de ampliar las palabras que lo designan. Así el lenguaje expresa el mundo visto y vivido por quienes lo usan, de tal manera que se convierte en testimonio del devenir de la humanidad y de su historia. Y con este devenir, las palabras comparten destino y, a veces, lo provocan: nacen, cambian, unas son olvidadas o desaparecen, mientras... Ver Más