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Irán mantendrá conversaciones con países europeos mientras aumentan las tensiones en materia nuclear en Oriente Próximo

Abc.es 
Irán espera que las conversaciones con Reino Unido, Francia y Alemania en Ginebra este viernes sean «duras y serias», ha dicho a la agencia Reuters un funcionario iraní de alto rango, añadiendo que Rusia y China serán informadas sobre el resultado de la reunión la próxima semana. «Si finalizamos una hoja de ruta con Francia, Reino Unido y Alemania sobre cómo resolver la disputa nuclear, entonces la pelota estará en el tejado de Estados Unidos para revivir o sentenciar el acuerdo nuclear de 2015», ha dicho el funcionario. «La disputa nuclear, las crisis regionales y la cooperación militar de Teherán con Rusia están interconectadas». La reunión está rodeada de discreción, y los ministerios de Asuntos Exteriores de los países han dado pocos detalles sobre lo que se discutirá. El diplomático iraní Majid Takht-Ravanchi , adjunto político del ministro de Asuntos Exteriores Abbas Araghchi , representará a Irán en las conversaciones del viernes, que siguen a una reunión en Nueva York en septiembre. Para sentar las bases el jueves, Takht-Ravanchi y el viceministro de Asuntos Exteriores para Asuntos Jurídicos e Internacionales Kazem Gharibabadi se reunieron con Enrique Mora , subsecretario general de Asuntos Exteriores de la Unión Europea. Mora dijo en X que mantuvieron un «intercambio franco... sobre el apoyo militar de Irán a Rusia que tiene que cesar, la cuestión nuclear que necesita una solución diplomática, las tensiones regionales (importantes para evitar una mayor escalada por parte de todos los lados) y los derechos humanos». Tras las conversaciones, Gharibabadi, también en X, ha dicho que él y Takht-Ravanchi reafirmaron a Mora «que la UE debe abandonar su comportamiento egocéntrico e irresponsable» en una serie de cuestiones, incluida la guerra en Ucrania y la cuestión nuclear iraní. Gharibabadi añadió que el «comportamiento cómplice de la UE hacia el genocidio en curso en Gaza» la deja sin autoridad moral para «predicar» sobre los derechos humanos. La reunión tiene lugar en el contexto de una tensión extrema en Oriente Próximo entre Israel e Irán y sus aliados. Esta semana ha entrado en vigor un frágil alto el fuego en el Líbano tras un año de conflicto entre Hizbolá, respaldado por Irán, e Israel. El primer ministro, Benjamín Netanyahu , ha dicho que Israel haría «todo» para impedir que Teherán adquiera un arma nuclear después de que Araghchi advirtiera que Irán podría poner fin a su prohibición de desarrollar una si se vuelven a imponer las sanciones occidentales. AFP informa de que Israel es el único estado de la región que posee armas nucleares, aunque no lo haya declarado, y desde hace tiempo ha hecho por impedir que su archirrival lo iguale, lo que se ha convertido en una de sus principales prioridades de defensa. La acusación de Occidente de que Irán está suministrando a Rusia drones explosivos para su guerra en Ucrania está enturbiando aún más las conversaciones. El próximo 20 de enero, el presidente electo estadounidense Donald Trump, que siguió una política de «máxima presión» contra Irán durante su primer mandato, regresa a la Casa Blanca. Las conversaciones de este viernes en Ginebra se han visto eclipsadas por la alianza de los países europeos con Estados Unidos para lograr que el organismo de control atómico de la ONU, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), censure a Irán. La semana pasada, la junta de gobernadores de 35 naciones del OIEA adoptó una resolución propuesta por Reino Unido, Francia, Alemania y Estados Unidos que condena a Irán por su falta de cooperación en cuestiones nucleares. El regaño en el OIEA provocó una respuesta desafiante de Irán, que calificó la medida como «motivada políticamente» y en respuesta anunció el lanzamiento de «nuevas centrifugadoras avanzadas» diseñadas para aumentar su reserva de uranio enriquecido. Sin embargo, los funcionarios iraníes han señalado desde entonces su voluntad de colaborar con otros antes del regreso de Trump . Irán insiste en su derecho a la energía nuclear con fines pacíficos, pero según el OIEA, es el único estado no poseedor de armas nucleares que enriquece uranio al 60 por ciento. El OIEA dijo en un informe que Irán planeaba instalar miles de nuevas centrifugadoras. En una entrevista con el periódico 'The Guardian' publicada el pasado jueves, Araghchi advirtió que la frustración en Teherán por los compromisos incumplidos, como el levantamiento de las sanciones, estaba alimentando el debate sobre si el país debería alterar su política nuclear. «No tenemos intención de ir más allá del 60 por ciento por el momento, y esa es nuestra determinación en este momento», dijo al diario británico. Pero, añadió, «hay un debate en Irán, y sobre todo entre las élites... sobre si deberíamos cambiar nuestra doctrina nuclear», ya que hasta ahora ha demostrado ser «insuficiente en la práctica». El acuerdo nuclear de 2015 entre Teherán y las principales potencias tenía como objetivo dar a Irán un alivio de las agobiantes sanciones occidentales a cambio de limitar su programa nuclear para evitar que desarrollara una capacidad armamentística. Teherán ha negado constantemente tal ambición. El líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, que tiene la autoridad final en la toma de decisiones de Irán, ha emitido un decreto religioso que prohíbe las armas atómicas. Para Teherán, el objetivo de las conversaciones del viernes es evitar un escenario de «doble desastre» de renovadas presiones tanto de Trump como de los gobiernos europeos, según dice el analista político Mostafa Shirmohammadi a AFP. Señaló que el apoyo a Irán en Europa se había erosionado por las acusaciones de que ofreció asistencia militar para la invasión rusa de Ucrania. Irán ha negado estas acusaciones y espera mejorar las relaciones con Europa, aunque manteniendo una postura firme.

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