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Reestructuración de Intel incluye despidos y creación de una nueva división

La reestructuración global de Intel que incluye 15.000 despidos y cambios en la organización del trabajo podría tener repercusiones en la planta que la compañía tiene en Costa Rica. Hasta ahora, varios trabajadores locales dejaron sus puestos mientras la multinacional avanza en la transformación de su división Intel Foundry, encargada de la fabricación de microprocesadores para otras empresas, como una subsidiaria totalmente independiente.

En consultas realizadas por La Nación, en octubre y noviembre, sobre los recortes, Intel indicó que, como parte de un plan de reducción de costos, están tomando “decisiones difíciles, pero necesarias, para convertirnos en una empresa más eficiente, simple y ágil, mientras posicionamos a Intel para un crecimiento sostenible a largo plazo”. Sin embargo, la firma no proporcionó cifras específicas sobre los despidos en Costa Rica. Un trabajador confirmó a este medio que al menos siete de sus compañeros fueron desvinculados en los últimos meses.

Por su parte, la Promotora de Comercio Exterior (Procomer) afirmó el 26 de noviembre que no ha recibido notificaciones formales de despidos por parte de Intel ni solicitudes para activar el servicio de reubicación laboral que brinda la entidad. Este servicio se activa únicamente tras el cierre total o parcial de operaciones de una empresa, aseguraron.

La planta de ensamblaje y prueba en Belén de Heredia, junto con las organizaciones que respaldan la manufactura de microprocesadores desde Costa Rica, forma parte de Intel Foundry. Este segmento, al ser transformado en una unidad independiente, podría modificar las dinámicas con los proveedores y clientes de esta división. Desde ahí, Intel fabrica semiconductores de Inteligencia Artificial para varias empresas.

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Intel atraviesa uno de los periodos más convulsos de su historia reciente. En agosto, anunció el recorte de 15.000 empleos en el mundo y la suspensión del pago de dividendos a los accionistas. Además, su apuesta por fabricar chips para terceros ha elevado sus costos, mientras enfrenta una caída en las ventas de procesadores tradicionales y una creciente competencia en microprocesadores de inteligencia artificial, un sector dominado por Nvidia.

Según Sandro Solezzi, economista y consultor internacional en inversión extranjera, las fuertes inversiones de Intel en nuevas fábricas de chips, que aún no están operativas, han impactado negativamente su rentabilidad. “Estas inversiones, sumadas a los retos de un mercado competitivo, han llevado a la empresa a tomar medidas drásticas para estabilizar su situación financiera”, comentó.

El inicio de diciembre marcó otro hito en la etapa de transformaciones que enfrenta Intel. Pat Gelsinger, hasta ahora máximo responsable de la compañía, se retiró del cargo para acogerse a su jubilación. Durante este periodo de transición, David Zinsner, vicepresidente ejecutivo, y Michelle Johnston Holthaus, directora general de Intel Products, asumirán como líderes interinos. Mientras tanto, el consejo de administración evaluará y designará al próximo sucesor de Gelsinger.

Al tercer trimestre del año, la compañía registró pérdidas por $16.639 millones. Parte de este retroceso se debe a que la empresa ejecuta un plan para reducir costos y atraer ingresos, que afecta sus operaciones, incluidas las de Costa Rica.

Cuando se anunciaron los despidos masivos, Intel Costa Rica aseguró que su enfoque estaba en identificar áreas para reducir costos y mejorar la eficiencia mediante varias iniciativas, incluidas las reducciones de personal en áreas específicas.

Planes de Intel Foundry en Costa Rica

Los efectos de la reestructuración de Intel en Costa Rica no se limitan solo a los despidos. Además de los recortes de personal, la firma busca que la división Intel Foundry, que fabrica chips para clientes como Amazon y Mediatek se convierta en una división independiente. Su objetivo es aumentar su capacidad para recaudar fondos externos e incluso permitir que cotice en bolsa de manera autónoma, según informó la cadena estadounidense CNBC.

Esto podría generar eventuales cambios al proporcionar a los clientes y proveedores externos una separación más clara e independencia del resto de la empresa, según Intel. Además, brinda flexibilidad para explorar fuentes de financiamiento independientes y optimizar la estructura de capital de cada unidad, con el fin de maximizar su crecimiento.

Según CNBC, la compañía ha invertido alrededor de $25.000 millones en los últimos dos años en este segmento. Parte de las operaciones de Intel Foundry se realizan en la planta de pruebas y ensamblaje en Belén de Heredia, según el sitio web de Intel. Otros centros se ubican en Estados Unidos, Alemania, Israel o Vietnam, por ejemplo.

Solezzi destacó que la creación de esta subsidiaria podría generar diferencias notables, dado que la división será tratada como una entidad independiente de Intel. Esto podría permitirle crecer a un ritmo más rápido que el resto de la empresa, lo que implicaría una producción más dinámica y diferenciada de la del negocio central de Intel.

Uno de los anuncios clave de Gelsinger como parte de la reestructuración fue la expansión de la colaboración entre Intel y Amazon Web Services (AWS), a la que suministran microprocesadores. En particular, Intel Foundry producirá el chip Xeon 6, que se fabrica en la planta de pruebas y ensamblaje en Costa Rica para AWS.

Xeon 6, el chip hecho en Costa Rica con el que Intel planea dar un salto en la carrera de la IA

Estos procesadores se utilizan principalmente en el desarrollo de modelos de inteligencia artificial (IA). Empresas como IBM y Seekr también emplean estos chips, que se fabrican en Costa Rica.

“Intel sigue siendo una empresa grande y generalmente rentable, pero que está constantemente por detrás de sus pares. Una disminución de la reputación de Intel, aunque no es cuantificable, parece ser parte de lo que ha afectado a la compañía”, dijo Solezzi.

En sus operaciones en Costa Rica, Intel emplea a unos 3.400 trabajadores directos y más de 4.000 indirectos. En agosto de 2023, la empresa anunció una inversión de $1.200 millones para modernizar sus operaciones en el país, con el objetivo de actualizar procesos y trabajar en tecnologías de vanguardia en los próximos dos años.

Intel tiene presencia en Costa Rica desde 1997, donde opera un centro de investigación y desarrollo, un centro de servicios globales y una planta de ensamblaje y pruebas. Con los planes de otorgar más autonomía a Intel Foundry, es posible que esta última planta enfrente ajustes en su producción.

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