Nuevo hospital de Puntarenas no estará para Navidad, como prometió CCSS
Los porteños se quedarán sin el regalo de Navidad prometido por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS): el nuevo Hospital Monseñor Sanabria.
La entrada en operación de la obra, de $225 millones, se trasladó para finales de enero del 2025, cuando está programado el traslado de los enfermos internados en el viejo edificio hospitalario. Hace un año, la entidad afirmó que estaría listo en el primer semestre del 2024.
El nuevo hospital que esperan los puntarenenses desde que el terremoto de Nicoya les destruyó casi la totalidad del viejo Monseñor, en setiembre del 2012, presentó problemas en su sistema de evacuación de aguas pluviales.
La información trascendió durante la comparecencia del auditor interno de la Caja, Ólger Sánchez Carrillo, el 26 de noviembre, en la Asamblea Legislativa.
La diputada oficialista, Ada Acuña, le preguntó a Sánchez si habían ingresado a la Auditoría denuncias sobre el nuevo hospital, a lo que el auditor respondió afirmativamente. Mencionó problemas con el sistema de aguas pluviales. Fue la diputada quien adelantó que la entrega se atrasaría hasta enero.
En un boletín de prensa enviado este viernes, la CCSS informó de que el traslado de los pacientes hospitalizados del viejo al nuevo hospital se hará el fin de semana del 24 al 26 de enero de 2025. Esa se considera la etapa final para la entrada en funcionamiento del nuevo edificio.
José Miguel Paniagua Artavia, subdirector de la Dirección de Arquitectura e Ingeniería (DAI), de la institución, confirmó que del 9 al 13 de diciembre se hará la revisión y entrega del edificio.
Paniagua dijo que está lista la planta de tratamiento de aguas residuales, con capacidad para 600 m³. También todos los sistemas de gases médicos y los sistemas electromecánicos. Faltan por revisar “detalles menores” de infraestructura, dijo el ingeniero.
Los primeros servicios en realizar el traslado serían los que dan soporte; entre ellos, los de ingeniería y mantenimiento, el centro de gestión informática y vigilancia. Seguirán farmacia y lavandería y, por último, el personal de salud y los pacientes hospitalizados.
En junio, el hospital informó de que el traslado al nuevo edificio, localizado en Barranca, sería en el tercer trimestre.
Rándall Álvarez Juárez, director del Hospital Monseñor Sanabria, explicó que se establecieron equipos para hacer los traslados. Se espera realizar un máximo de 150 viajes y trasladar a un máximo de 287 pacientes.
El helipuerto ya tiene todos los permisos de Aviación civil para funcionar.
Hospital porteño arrancará a media máquina
Sindicatos de la CCSS denunciaron que el nuevo hospital porteño arrancaría con un importante faltante de plazas para operar.
La Unión Nacional de Empleados de la Caja (Undeca), reveló que este centro de salud solo podrá usar cinco de sus 14 quirófanos y apenas siete de sus 24 camas para cuidado intensivo de pacientes, debido a la falta de personal.
Nuevo hospital de Puntarenas usará solo 5 de 14 quirófanos por falta de personal
A inicios de setiembre, la CCSS mencionó que se requieren 818 plazas adicionales para funcionar de manera completa. Sin embargo, solo recibirá 233 de aquí a final de año, aunque la entidad promete inyectar unas 300 más a inicios del 2025.
Gustavo Picado Chacón, gerente financiero, informó en setiembre de que esas primeras 233 plazas implicarían una inversión de ¢1.396 millones. 107 de ellas se usarán para reforzar al personal de enfermería.
Picado explicó que la necesidad total de plazas fue determinada mediante un estudio de la Dirección de Personal. De los 818 puestos previstos, 340 son para enfermería, 319 para servicios de apoyo, y 49 para servicios administrativos.
El costo de la obra se estimó inicialmente en $225 millones, pero al final ascendió a $234,5 millones. Los $9,5 millones de más se deben a omisiones en la construcción y equipamiento de la lavandería.
Los movimientos de tierra comenzaron en setiembre del 2021 luego de transcurridos tres gobiernos y más de nueve años después del terremoto de Nicoya, que dañó la estructura del viejo centro médico. La tragedia natural destruyó la torre de siete pisos del edificio, en setiembre de 2012.
En el 2018, Randall Álvarez manifestó que las nuevas instalaciones estarán diseñadas para atender una demanda proyectada al 2030 de 316.624 habitantes.