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Avance en sostenibilidad de las empresas, entre escepticismo y greenwashing

En los últimos dos años las empresas se volvieron más conscientes de la importancia que tiene para su negocio integrar esquemas y planes de sustentabilidad; sin embargo, en este momento en el que las organizaciones están logrando avances en la materia, es cuando los consumidores se están volviendo más escépticos sobre su labor e incluso consideran que hacen greenwashing.De acuerdo con la consultoraCapgeminiResearch Institute, el Índice de Madurez en Sostenibilidad de las compañías se incrementó 22 por ciento de 2022 a 2024, destacando áreas clave como circularidad, diseñosostenible, medición e intercambio de datos, gestión del agua, biodiversidad, sostenibilidad social y educación.Sin embargo, también reveló en su estudio “Un mundo en equilibrio 2024: Acelerar la sostenibilidad entre retos geopolíticos” que 52 por ciento de los consumidores a nivel mundial creen que están blanqueando sus iniciativas de sostenibilidad, muy superior al 33 por ciento de hace dos años.“Lo que encontramos es que los consumidores más jóvenes, la generación Z en particular, está muy vigilante en torno al desempeño ecológico de los servicios y productos que compran; esto fuerza a las firmas a mayor transparencia, rigor y responsabilidad detrás de todo lo que ponen a disponibilidad del mercado”, dijo a MILENIO Sol Salinas, vicepresidente ejecutivo Global y líder de Sostenibilidad en Capgemini para las Américas.En el estudio participaron 2 mil ejecutivos de 700 empresas grandes como Colgate-Palmolive, Airbus, Rolls Royce, Boeing, Volvo, Toyota, Porsche, Unilever, General Motor y Volkswagen, por mencionar algunos.De acuerdo con el reporte del año pasado, un49 por ciento de todos los consumidores afirmó que nunca, rara vez o solo a veces confía en un mensaje medioambiental dea empresa. Este porcentaje aumentó a 59 por ciento en 2024 y es significativamente mayor entre los consumidores de la generación Z (80 por ciento) y los millennials (83 por ciento).“Más de 70 por ciento de los consumidores de la generación Z siguen tomando decisiones con base al desempeño sustentable de las marcas; entonces, las empresas que cumplen las expectativas de esos consumidores verdes van a tener éxito”, señaló Salinas.GreenwashingCaer en tareas que se pueden mal interpretar como un lavado de imagen para verse ecológico, comúnmente llamadogreenwashing, es una inquietud de los ejecutivos de las empresas, pues 6 de cada 10 considera preocupante que la percepción pública de sus esfuerzos se confunda con esta mala práctica, muy por encima al 11 por ciento de 2023.Alrededor de 43 por ciento creen que losconsumidores consideran que las iniciativas de sostenibilidad de sus organizaciones son lavado de imagen; el año pasado era 17 por ciento.​En la tercera edición del informe que se realizó este año, 84 por ciento de los directivos afirmó que su organización está en vías de cumplir sus objetivos de reducir susemisiones de carbono; menos de una décima parte afirma que está atrasada.En ese sentido, Sol Salinas destacó que ellos reconocen la importancia de invertir en tecnología climática para reducir sus gases de efecto invernadero y alcanzar sus objetivos.“Los ejecutivos están en una posición de tener un impacto sobre la agenda de sustentabilidad, nosotros tenemos que seguir recordándoles que hay urgencia; que esto no es un costo para ellos, sino una inversión y en casi toda instancia es algo que representa un centro de utilidades, no de costos”, refirió.Pero si funcionaEl líder de Sostenibilidad en Capgemini destacó que “hay un decremento demostrable en las emisiones de gases de efecto invernadero a través de la simple implementación de medidas eficientes en las operaciones (...) En promedio, mejorar el desempeño energético de sus edificios puede reducir las emisiones de gases de 30 a 40 por ciento”.“La medición es la parte más importante, si miras los modelos de circularidad que implementan exitosamente firmas como HP o Volkswagen, o por parte de McDonald’s y General Motors, por ejemplo, el proceso siempre comienza con una desagregación cuidadosa de lo que alimenta cada producto y servicio. Se hace una evaluación para saber si hay un mercado para todos estos insumos separados en otra parte de la cadena de suministro”, refirió.Con 32 años de experiencia en temas de sustentabilidad, Sol Salinas impulsa el concepto de la doble materialidad, que se refiere a la consideración simultánea de dos tipos de impactos: ambientales y sociales, en la toma de decisiones empresariales.“Todas las decisiones de inversión que toma un ejecutivo, ya sea de una empresa de Fortune o pequeña, deben incluir por default una consideración de los impactos que esa decisión tiene sobre el medio ambiente, agua, gases de efecto invernadero, desechos y comunidades”, dijo.No hay más tiempoSol Salinas destacó que “se nos está acabando el tiempo”, pues estamos cerca de rebasar los límites renovables, es decir, la capacidad de la Tierra para recuperarse de las perturbaciones ocasionados principalmente por las actividades humanas y regresar a un estado estable.“Esto quiere decir que como comunidad global, desde el 15 de agosto, empezamos a utilizar los recursos que el planeta ya no puede abastecer en este mismo año. Estamos operando en un déficit".“Si todas las economías en el planeta consumieran a la velocidad que Estados Unidos gasta energía per cápita, el overshoot sería el 15 de marzo, lo cual significa que habremos ya consumido los recursos disponibles que la tierra tenía planificado utilizar para ese año. Eso no es sostenible, es un tema urgente”, destacó.AG

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