Un exdirectivo de Danone explica las técnicas que usan las marcas para vender más: el cliente ni se entera
En la industria alimentaria, maximizar los beneficios sin comprometer el producto es una prioridad. Para lograrlo, las empresas diseñan estrategias de marketing y ventas cada vez más estudiadas, buscando captar al consumidor de maneras que pueden resultar muy ingeniosas. Sobre este tema ha hablado recientemente César Val , experto en lujo que durante una época de su vida fue directivo de Danone. En un entrevista concedida al podcast 'Tengo un plan', el experto ha enumerado varias estrategias que utilizan las marcas de la industria para vender más sin que el consumidor se de cuenta. «Yo trabajaba en Danone y teníamos identificado que cuando una nevera la poníamos sin puerta vendíamos un 20% más de yogures. Por no abrir la puerta», explica Val, destacando el impacto que tienen estos pequeños cambios en el comportamiento del consumidor. Val asegura que este principio de facilitar el acceso es clave incluso en el diseño de los puntos de venta. «Las puertas de El Corte Inglés se abren automático, no tienes que abrirlas. Acceso facilitado» . Este tipo de medidas no solo incrementa la comodidad, sino que que el experto asegura que a la larga incrementan considerablemente el número de ventas. Otro aspecto fundamental que destaca Val es la ubicación de los productos dentro de las tiendas. «Se vende más el producto que está a la altura de los ojos y a la altura de las manos», señala, subrayando que las marcas compiten por estos espacios privilegiados en cadenas como Mercadona. Según Val, estos lugares aumentan significativamente las posibilidades de que el cliente te elija de manera casi automática. Sin embargo, el exdirectivo contrasta estas estrategias con las utilizadas por las marcas de lujo, donde la exclusividad y la dificultad de acceso juegan un papel fundamental. «El lujo de repente te rompe la cara y te dice: yo tengo que ser difícilmente accesible. Vender a un valor más alto». En este segmento, explica, se apuesta por alimentar los sueños del consumidor, estableciendo barreras simbólicas que refuercen la idea de exclusividad y aspiración.