El misterio del moratón en el cuello del Papa
Durante el consistorio para la elección de nuevos cardenales celebrado este sábado, el Papa Francisco tenía un misterioso moratón en el cuello. El viernes estaba cubierto por un apósito y entonces fue atribuido a un corte al afeitarse. Este sábado, el moratón se había extendido y se hizo evidente que no se trata de un corte sino de un hematoma. El portavoz del Vaticano aclaró a última hora del sábado que «el hematoma es consecuencia de una contusión del viernes por la mañana, cuando se golpeó la barbilla con la mesilla de noche». Nada preocupante, hicieron saber desde Casa Santa Marta. El Papa estaba bien, habló con voz cansada, pero pronunció la homilía integralmente y no necesitó reducir la duración de la larga ceremonia ni la estructura del ritual. Por la mañana había tenido tres reuniones con cardenales y tres encuentros con peregrinos, uno de ellos para inaugurar el Nacimiento y el árbol de Navidad del Vaticano. El Pontífice advirtió a los nuevos cardenales de que «con demasiada frecuencia las cosas secundarias toman el lugar de lo que es necesario, las exterioridades prevalecen sobre lo que realmente importa, nos sumergimos en actividades que consideramos urgentes, sin llegar al corazón». «En cambio, siempre necesitamos volver al centro, recuperar el fundamento, despojarnos de lo superfluo para revestirnos de Cristo», les recordó. «El color púrpura del birrete que recibís significa que debéis estar dispuestos a comportaros con firmeza, fino a derramar vuestra sangre, para el aumento de la fe cristiana, la paz y la tranquilidad del pueblo de Dios y la libertad y la difusión de la Iglesia santa y romana», les dijo.