Al límite
Flick está usando, o abusando, del mismo once en muchos partidos, razón por la que varios jugadores clave van muy justos. La demostración es que ayer, en el momento decisivo del partido, sustituyó a los mejores: Raphinha, Olmo, Pedri, Lewandowski y Balde. No aprovecha la profundidad de plantilla y no acaba de confiar en las alternativas, a las que recurre de urgencia sin haber contado antes con ellas para tenerlas con ritmo y con los automatismos aprendidos. La temporada es demasiado larga para que aguanten 12 o 13 jugadores. Flick ha mejorado al equipo en verticalidad y vértigo pero en los últimos partidos ha perdido pausa y control. Y sin balón, sufre demasiado. El club también va al límite en su gestión. Después de haber quemado casi 1000 millones de ingresos futuros en la venta del 25% de los derechos televisivos durante 25 años, de entregar el 49% del negocio digital y audiovisual y de cobrar un bonus por adjudicar el catering del nuevo Camp Nou durante 25 años siguen dando pérdidas y no tiene límite salarial para inscribir a Olmo ni Pau Víctor a partir del 1 de enero. Ni la renovación del contrato con Nike para los próximos 14 años es suficiente. Y por eso se plantean vender los palcos VIP a otra empresa para los próximos 20 años. Viven de vender patrimonio en lugar de recortar los gastos y aumentar los ingresos. No tiene sentido pagar 1 millón de euros a una productora externa por un vídeo de 8 minutos por el 125 aniversario en lugar de encargárselo a Barça Studios. Ni ellos mismos creen en su factoría.