CCSS en ruta de destrucción
Hay discursos perversos que nunca se aclaran porque se distorsionan con más embustes. Uno es que la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) “está quebrada”.
El paso de los meses confirmó que es falso. Lo que es evidente es que quienes la gobiernan la llevan por la ruta de la quiebra debido a su incapacidad administrativa, estratégica y hasta por intereses creados.
En dos años y medio del mandato de Rodrigo Chaves se han tomado las decisiones más ruinosas de las últimas décadas, y quienes pagan las consecuencias son los asegurados al recibir un servicio cada vez peor.
Sin duda hay ganadores, y son las cuentas de las clínicas y hospitales privados. Obvio, para los que puedan pagar y, por supuesto, endeudarse, lo cual también favorece a los emisores de tarjetas de crédito.
Los que no tienen dinero deben esperar meses o años por procedimientos diagnósticos, citas con especialistas u operaciones debido a que los administradores no dan pie con bola con un plan para desahogar las filas en las cuales más de un millón deben esperar 427 días, en promedio, una operación, aunque si se desgrana por especialidad llegan a 719 en neurocirugía y 591 en cirugía torácica.
El día que los asegurados se organicen y cuenten con voceros decentes para exigir derechos al gobierno y la CCSS se acabarán los abusos y la insensibilidad ante el sufrimiento de los que están en espera.
Lamentablemente, la Junta Directiva ha demostrado no ser funcional para atender las calamidades de pacientes que tienen como único amparo a los magistrados de la Sala IV, quienes, por medio de sentencias, obligan a una pronta atención.
Es incomprensible que los asegurados toleren tanta burla, como fue la dizque Ruta de la Salud, anunciada pomposamente en el Estadio Nacional por Chaves y la entonces presidenta ejecutiva Marta Esquivel, el 7 de noviembre del 2023.
El plan cayó como juego de jenga. La propaganda “menos espera, mejor servicio” resultó cuento. También los ¢200.000 millones que financiarían la estrategia. Se esfumaron. Nada resultó cierto.
Esto es jugar con los males de los ciudadanos más vulnerables porque la CCSS no está quebrada; hay dinero, pero los mandos políticos son incapaces de darle buen uso.
amayorga@nacion.com
Armando Mayorga es jefe de Redacción de La Nación.