Revisemos ‘La Escuela es Nuestra’
De acuerdo con el Programa Sectorial de Educación 2020-2024 (el correspondiente a la administración de Andrés Manuel López Obrador) “para que todas y todos los mexicanos puedan alcanzar su pleno desarrollo, es necesario contar con escuelas accesibles, seguras, limpias, salubres, equipadas, con infraestructura y acompañamiento que generen entornos favorables para el aprendizaje.” Fue por esto que uno de los ejes centrales de su política socia fue mejorar las condiciones materiales de las escuelas del país garantizando condiciones de su infraestructura física y equipamiento adecuado.
¿Cuál fue la respuesta de política pública para atender este problema? El programa “La Escuela es Nuestra” (LEEN). En 2019, el objetivo general de LEEN fue mejorar las condiciones de infraestructura y equipamiento de planteles educativos, focalizándose en los públicos de educación básica, y priorizando los ubicados en zonas de muy alta y alta marginación y localidades de población indígena. Y esto se concretaba otorgando subsidios a las comunidades escolares por medio del Comité Escolar de Administración Participativa, o lo que es lo mismo, dando los recursos de manera directa a las comunidades escolares. Más adelante, las reglas de operación fueron modificadas para incluir también el servicio de alimentación y establecer escuelas con jornada ampliada.
Estas ampliaciones en el objetivo de LEEN fueron y vinieron un par de veces, sobre todo ante la solicitud de Mexicanos Primero de regresar los beneficios que representaban para una parte muy vulnerable de la población las escuelas de jornada ampliada. Sin embargo, estas modificaciones nunca fueron acompañadas de un aumento sustancial en el presupuesto del programa y no se señalaba de manera específica el porcentaje de recursos que se podía destinar a la mejora de las condiciones de infraestructura, a la alimentación o a la jornada ampliada. A estas imprecisiones en las reglas de operación se suman las áreas de oportunidad en la transparencia del uso de los recursos que han sido señaladas por la Auditoría Superior de la Federación y otros órganos fiscalizadores.
De acuerdo con información recientemente publicada por la Mejoredu, desde 2019 y hasta 2022, LEEN ha beneficiado a 116 mil 625 escuelas de educación básica de distintos niveles por medio de 169 mil 351 aportaciones directas. Se señala también que 52 mil 726 escuelas han recibido más de una aportación. Con información de Mejoredu también podemos saber que el 67.8% del total de escuelas beneficiadas y 69.2% de las asignaciones presupuestales entre 2019 y 2022 se concentraron en 10 entidades federativas: Veracruz, Oaxaca, Chiapas, México, Guerrero, Puebla, Coahuila, Michoacán, Hidalgo y San Luis Potosí. LEEN ha cubierto a más del 70.0% de las escuelas de Oaxaca, Yucatán, Quintana Roo, Chiapas, Guerrero, Sonora, Campeche y Veracruz. Las entidades que tienen menos de 30% de sus escuelas cubiertas por el programa son Baja California, Guanajuato, Coahuila, Aguascalientes y Jalisco.
A pesar de esto, solamente 7 de cada 10 escuelas cuentan con servicios básicos completos. Siendo la mayor carencia el agua potable. El programa LEEN continuará en 2025 y la idea es que no solamente beneficie a escuelas de educación básica, su atención se extenderá a educación media superior, nivel en el cual 6 de cada 10 planteles no cuentan con recursos completos. Solo queda esperar cuántos recursos se le asignarán en el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2025.