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Condenado en Valladolid a un año de cárcel el vendedor de un coche a dos hermanos con casi 12.000 euros en averías

Abc.es 
La Audiencia de Valladolid ha condenado a una pena global de un año de cárcel al vendedor andaluz de coches de ocasión que estafó a dos hermanos, vecinos de la capital vallisoletana , que en 2021 le compraron un Mercedes ML 280 por 7.400 euros sin saber que el turismo presentaba un rosario de averías, cuya reparación suponía desembolsar casi 12.000 euros , casi el doble del precio pagado. En su sentencia, la Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia Provincial absuelve al industrial de un delito de estafa procesal en grado de tentativa que le imputaba la acusación pública y absuelve también a la sociedad limitada del encausado, como persona jurídica, del delito de estafa solicitado por la acusación particular pero, en cambio, condena a Sergio del R.M. como autor de un delito de estafa, con una pena aparejada de seis meses de prisión, y de otro delito de falsedad en documento privado, con idéntica pena privativa de libertad, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas. Además, el tribunal decreta la nulidad del contrato de compra-venta concertado entre las partes el día 5 de noviembre de 2021 y, en consecuencia, condena al vendedor a devolver al perjudicado la suma de 7.200 euros abonados por el turismo, con la obligación de la víctima de devolver la 'burra' al condenado. Se condena también al vendedor, con la responsabilidad civil subsidiaria de su empresa, a indemnizar al cliente en la cantidad de total de 419,80 euros en concepto de gastos. El fallo, susceptible de recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, impone igualmente al condenado la mitad de las costas causadas, incluidas las de la acusación particular. «El acusado sabía, o tuvo la oportunidad de conocer (y a pesar de ello decidió actuar), que el vehículo en realidad presentaba graves averías que lo hacían inservible para el uso que le es propio; es decir, para viajar y trasladarse de un lugar a otro, y con el propósito de enriquecerse a costa de quien aceptara la venta, ocultó tal circunstancia y lo puso inmediatamente a la venta por internet por un precio muy superior al coste de las reparaciones que había que efectuar en el vehículo», dictamina el tribunal, que también considera probado que el ahora condenado, tras la denuncia del perjudicado, entregó en sede judicial el contrato manipulado a posteriori, con la inserción de datos que no constaban en el original, «con el fin de confundir a los órganos judiciales que iban a conocer de la causa y así no hacerse responsable de las responsabilidades penales y civiles que le pudieran corresponder por los hechos realizados». Durante el juicio, el acusado, para quien el fiscal del caso y la acusación particular habían pedido tres años de prisión, alegó que el turismo, matriculado en 2006, lo había adquirido en subasta pública el 29 de octubre de 2021 y que tres o cuatro días después ya había alcanzado un acuerdo con el denunciante después de que éste contactara con él a través del portal coches.net y pactaran un precio de 5.100 euros. «El Mercedes llegó en transporte público al almacén y no lo había probado», mantuvo el vendedor, quien por ello negó que supiera, con carácter previo a la transacción, que lo que iba a vender no era un coche en perfecto uso sino un 'hierro', al tiempo que rechazó, sin éxito, haber manipulado el contrato a posteriori de la operación, tras serle requerida su presentación por el juzgado, insertando a bolígrafo que la batería estaba en mal estado, que carecía de ITV en vigor y que el precio abonado por los clientes era inferior al asegurado por éstos. Por contra, la víctima y su hermano explicaron que tras ver el anuncio en internet contactaron con el acusado y tras cerrar un precio de compra por 7.200 euros y abonar el segundo de ellos, vía transferencia, una señal de 500 euros, se trasladaron el día 12 de noviembre hasta Utrera , después de 'whatsappearse' con el vendedor y que éste les indicara que podían retirar el coche porque tenía ITV y seguro en vigor. Preguntaron al vendedor si el coche contaba con ITV y seguro para poderlo recoger y su respuesta fue la siguiente: «Puedes venir sin problemas», de ahí que ambos hermanos se plantaron el citado día en su nave confiados en la palabra del acusado y también en la promesa de que el Mercedes estaba en «perfecto estado», tal y como aseguran que les dijo. La realidad fue muy distinta, algo que descubrieron ya tarde al poco de salir del establecimiento de compra-venta de vehículos de ocasión puesto que, «confiados en la buena fe» del acusado, se llevaron el Mercedes sin siquiera probarlo antes . «Habíamos hecho un viaje muy largo desde Valladolid y lo que deseábamos era regresar cuanto antes», justificó Víctor G, quien apuntó que antes de recogerlo descubrieron ya que los 291.000 kilómetros que figuraban en el anuncio se habían convertido ahora en 319.000. El viaje de retorno se convirtió en una auténtica pesadilla. Inicialmente fue una bombilla fundida que sustituyeron en un taller en Santa Justa, donde además se les paró el coche debido a un problema de batería y tuvieron que encenderlo con pinzas. Sin embargo, el trayecto iría todavía a peor cuando antes de llegar a Sevilla empezaron a tener problemas con el cambio automático, ya que tan solo entraba la primera marcha. Fue entonces cuando decidieron parar y llamar por teléfono al vendedor para exigirle anular la operación y la devolución del dinero. «Nos dijo que la venta ya estaba hecha y que su establecimiento no era el Pull&Bear», recriminó Víctor G, de forma que éste y su hermano reiniciaron trayecto hasta Valladolid sin poder superar en ningún momento los 80 kilómetros por hora y sin saber todavía que viajaban sin la cobertura de seguro, del certificado de la ITV en vigor y ni tan siquiera de la copia del contrato recién firmado. Una vez en Valladolid, los hermanos solicitaron los servicios de una grúa para trasladar el vehículo hasta un taller oficial de Mercedes donde se le hizo una revisión y se tasaron averías por importe de casi 12.000 euros, ya que, tal y como ha certificado un empleado de Adarsa, el vehículo presentaba problemas en el cuadro eléctrico, el cambio, la suspensión neumática, los amortiguadores, el turcompresor...todos ellos «fallos ostensibles que cualquier profano en la materia habría notado en un viaje por carretera y cuya reparación habría sido muy laboriosa y costosa». «El coche presentaba un estado lamentable, parecía que lo habían sacado del campo y lo habían puesto en carretera», advirtió en empleado de Adarsa, mientras que un perito que examinó el turismo y que ha tasado las reparaciones en una cantidad algo inferior a la establecida por el taller oficial censuró la «escasa credibilidad» demostrado por el acusado. «No hace falta abundar mucho en este extremo teniendo en cuenta el estado del vehículo», concluyó el experto en peritajes. En la actualidad, el turismo permanece inmóvil desde hace tres años en una nave que los perjudicados tienen en La Overuela.

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