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Juan Soto siempre apostó por sí mismo… y ganó con un pacto histórico

El Dia 

Juan Soto. No hay nadie como él.

No se trata sólo del dinero que el dominicano ganará con los Mets de Nueva York… aunque eso, obviamente, es inusual. Es la manera específica en que Soto llegó a obtener el mayor contrato en la historia del deporte profesional, y hacia dónde lo llevará este acuerdo, lo que resulta tan sorprendente.

En cuanto a su conjunto de habilidades, Soto no es único en la manera en que lo es el jugador multifacético maravilla Shohei Ohtani. Y aunque hay muy pocos jugadores en la historia que hayan sido tan buenos en el plato como Soto hasta los 25 años, ha habido algunos jugadores de ese nivel… aunque ninguno de ellos obtuvo un contrato de 15 años y US$765 millones.

Pero el camino de Soto hacia este momento sin precedentes en la historia del negocio del béisbol es, en sí mismo, inusual. Soto ha recorrido el camino más extraño que jamás haya atravesado una superestrella generacional.

Los Mets serán el cuarto equipo de Soto en apenas su octava temporada en las Grandes Ligas. Ese tipo de movimiento, en el pasado, podría haber sido considerado como una señal de alerta. Los jugadores que son traspasados constantemente suelen tener algún defecto en su rendimiento que múltiples cuerpos de instructores no han podido solucionar o un problema de carácter que afecta negativamente al equipo.

Ese no es el caso de Soto. Es más, los Yankees lo tuvieron en su clubhouse durante la temporada 2024 y le ofrecieron US$760 millones por 16 años. Así que debe gustarles bastante.

No, el color asociado con Soto no es el rojo, sino el verde. Obtener una remuneración considerable por sus servicios fue su prioridad no sólo en la agencia libre, sino mucho antes de llegar a ella.

Así es como llegó hasta aquí:

Una superestrella “Súper Dos”

Soto firmó con los Nacionales como agente libre internacional amateur procedente de su natal República Dominicana en julio de 2015, a los 16 años. Su bono por firmar fue de US$1.5 millones, una cantidad modesta en términos generales. Pero llegó a las Grandes Ligas en 2018, a los 19 años, debutando el 20 de mayo, una fecha interesante por dos razones.

Su primer jonrón llegó al día siguiente, el 21 de mayo. Pero el 18 de junio, conectó uno en la reanudación de un juego suspendido el 15 de mayo, lo que significa que, técnicamente, su primer cuadrangular en Grandes Ligas ocurrió antes de su debut oficial. (Ya dijimos que es especial).
Los Nacionales no retrasaron su debut hasta junio, como hacen muchos equipos con los cotizados prospectos para manejar su tiempo de servicio. Esto puso a Soto en camino a ser elegible para el arbitraje salarial de manera temprana, algo crucial.

En esa temporada de 2018, Soto ganó una porción prorrateada del salario mínimo de la liga, que era de US$545,000, mientras terminaba de segundo en la votación para el Novato del Año de la Liga Nacional con un OPS de .923.

Al año siguiente, ganó US$578,300 mientras finalizaba de noveno en la carrera por el JMV de la Liga Nacional y ayudaba a los Nacionales a llegar y ganar la Serie Mundial.

En la temporada acortada por la pandemia de 2020, ganó una porción prorrateada de un sueldo de US$629,400.

Y al invierno siguiente, Soto llegó al arbitraje salarial por primera vez como jugador elegible para “Súper Dos”, lo que significa que tenía más de dos, pero menos de tres años de tiempo de servicio, y había acumulado suficientes días en las Grandes Ligas para calificar para cuatro años de arbitraje en lugar de los tres habituales.

Durante su primera ronda de arbitraje, en enero de 2021, Soto y los Nacionales evitaron ir a una audiencia y acordaron un salario de US$8.5 millones, un 70% más de lo que proyectaba el sitio MLB Trade Rumors (MLBTR), que era US$5 millones.

Hagamos una pausa aquí, porque aquí se sembraron las semillas de este contrato con los Mets.

Soto quedó a US$3 millones de alcanzar el récord de Cody Bellinger para un jugador elegible por primera vez al arbitraje (US$11.5 millones con los Dodgers en 2020, aunque terminó ganando sólo una porción prorrateada debido a la pandemia). Pero Soto era dos años más joven que Bellinger en el momento de ese acuerdo. Había llegado al arbitraje a la inusualmente joven edad de 22 años, lo que lo puso en una posición perfecta para apostar por sí mismo.

Rechazando ofertas

En la siguiente temporada baja, antes de 2022, los Nacionales se acercaron a Soto con la intención de extender su contrato. Según se informó, su oferta fue de 13 años y US$350 millones.

En ese momento, habría sido el tercer contrato garantizado más grande en la historia de Major League Baseball (previo al ajuste por inflación).

Soto la rechazó, y con razón. MLBTR proyectaba que ganaría US$16.2 millones en su segunda ronda de arbitraje (terminó recibiendo US$17.1 millones), con dos años más de arbitraje por delante. Parecía seguro que superaría el promedio anual de US$27 millones que los Nacionales ofrecían antes de terminar su elegibilidad para arbitraje, por no mencionar lo que podría exigir como agente libre.

Así que Soto decidió seguir negociando contratos año a año. Eventualmente, los Nacionales aumentaron su oferta a 15 años y US$440 millones, pero Soto también la rechazó. Habría sido sólo el vigésimo contrato más alto en términos de valor promedio anual (US$29.3 millones), pero porque superaba los US$426.5 millones del contrato de Mike Trout como el más rico en la historia del béisbol, mucha gente quedó perpleja al saber que Soto rechazó tal cantidad cuando se filtró la noticia.

(Para proteger a los culpables, no mencionaremos aquí las viejas publicaciones en redes sociales al respecto).

Y así, rechazados por Soto en las negociaciones de extensión y preocupados por enfrentar dos rondas más de arbitraje con un jugador cuyo costo estaba aumentando rápidamente mientras el equipo entraba en una fase de reconstrucción, los Nacionales colocaron a Soto en el mercado de cambios.

Cambios históricos

La decisión de los Nacionales de cambiar a Soto fue histórica.

Soto acumuló 21.3 Victorias por Encima del Reemplazo (WAR, por sus siglas en inglés) calculadas por Baseball-Reference, en 4.5 temporadas con los Nacionales. Antes del plazo de cambios de 2022, nunca había habido un cambio en la historia de MLB que involucrara a un jugador de 23 años o menos con al menos 20 WAR en su carrera.

Los Padres pagaron el precio del mercado de media temporada por Soto y el inicialista Josh Bell, enviando un paquete de jugadores que incluía a los jóvenes CJ Abrams, MacKenzie Gore, James Wood, Robert Hassell III, al dominicano Jarlin Susana y al veterano Luke Voit (un paquete que está luciendo prometedor para Washington). Después de la temporada, San Diego acordó con Soto un contrato de un año por US$23 millones para evitar el arbitraje.

San Diego nunca fue visto como un destino a largo plazo para Soto, ya que los Padres tenían mucho dinero comprometido con otros jugadores y simplemente esperaban que Soto fuera la pieza final de un equipo con calibre de Serie Mundial. Perdieron la Serie de Campeonato de la Liga Nacional con Soto en 2022 y luego se quedaron fuera de los playoffs en 2023. En lugar de atravesar otra ronda de arbitraje con Soto y llevarlo a su año de agencia libre, lo cambiaron junto con el jardinero Trent Grisham a los Yankees el 7 de diciembre de 2023, por un paquete de lanzadores bajo control contractual como Michael King y el dominicano Jhony Brito, los prospectos Drew Thorpe y el quisqueyano Randy Vásquez, y el receptor suplente Kyle Higashioka (otro paquete que luce prometedor para San Diego).

Para entonces, todos estábamos algo insensibles a los traspasos de Soto. Pero este canje también fue único.

Cuando Soto debutó con los Yankees en el Día Inaugural de 2024, se convirtió en el primer jugador en ser convocado tres o más veces al Juego de Estrellas y cambiar de equipo en dos ocasiones antes de cumplir 26 años, según Elias Sports Bureau. En resumen, nadie había sido cambiado dos veces siendo tan joven y bueno.

Leer también: Soto y Ohtani, dos bates de infinitos ceros

Un agente libre como ningún otro

Soto tuvo un año de contrato monumental en el Bronx (.989 de OPS, marca personal en jonrones con 41, 109 carreras impulsadas y 129 bases por bolas), y fue su gran swing el que llevó a los Yankees a la Serie Mundial por primera vez desde 2009. Años antes, respaldado por el sistema de arbitraje y su inusualmente joven y productivo lugar en él, había apostado por sí mismo, y ahora estaba listo para cosechar los frutos.

En la puja por Soto, los US$500 millones eran una formalidad, los US$600 millones se convirtieron en el piso, y los US$700 millones eventualmente emergieron como el precio a pagar. Todo se redujo a los dos equipos de la Gran Manzana, el sueño de cualquier jugador en la mesa de negociación. Steve Cohen, propietario de los Mets, una de las personas más ricas del planeta y apasionado coleccionista de arte, no iba a ser superado en la oferta por este artista del plato, y Soto terminó con el contrato más rico en cualquier deporte, jamás.

No sólo eso, sino que, contrariamente a cómo podría parecer o ser informado, Soto superó completamente el contrato más rico en la historia de MLB por un margen amplio. Sí, es cierto que Ohtani firmó un contrato récord de 10 años y US$700 millones con los Dodgers hace un año, pero el 97% de ese monto está diferido entre 2034 y 2043. El valor presente del contrato de Ohtani ha sido calculado por Cot’s Contracts en US$460.8 millones.

Soto superó eso por un 66%.

Ahora, Soto hará historia de una manera diferente, no sólo con el contrato, sino simplemente al ponerse el uniforme de los Mets.

Soto tiene 36.4 WAR en su carrera al unirse a su cuarto equipo en su octava temporada. En la Era de Expansión (dejando fuera las circunstancias inusuales del béisbol temprano), solo ha habido otros dos jugadores con al menos 30 WAR en sus primeras ocho temporadas que jugaron para al menos cuatro equipos:

Bartolo Colón, 1997-2004 (Indios, Expos, Medias Blancas y Angelinos)
Mark Teixeira, 2003-2010 (Rangers, Bravos, Angelinos y Yankees)

Pero incluso ahí, la comparación no se sostiene, porque Teixeira llegó a la agencia libre a los 28 años y Colón a los 30. No generaron ni de cerca el fervor que Soto (y su juventud) provocaron en el mercado.

Y ahora que está ligado a los Mets, Soto tiene la oportunidad de hacer algo que, aunque no es sin precedentes, sí es ciertamente poco común.

¿Hogar, dulce hogar?

Seamos claros: Aunque Soto tiene una cláusula completa que le permite bloquear cualquier cambio en su contrato con los Mets, también cuenta con una opción que le permite salirse de éste después de cinco años. Así que puede que aún haya otro giro extraño en esta saga.

Pero por ahora, parece razonable asumir que estará en Queens por un buen tiempo.

Esto abre todo tipo de posibilidades maravillosas para los Mets en el futuro. Soto ya tiene 201 jonrones, lo que lo pone en camino a alcanzar los números 300, 400 y 500 en algún momento de la próxima década. Tiene 934 hits en 936 juegos, lo que lo proyecta a alcanzar los 3,000 durante la duración de este contrato. Si realmente es el jugador que esperamos que sea, es decir, un tipo de jugador de Salón de la Fama en su primera oportunidad entonces es lógico pensar que la gorra en su placa será del equipo por el cual eligió jugar y lograr sus mayores hitos.

Y eso sería un final interesante para este trotamundos del béisbol. Una carrera al revés en un deporte donde los jugadores suelen debutar y pasar largos períodos con un equipo antes de cambiar de lugar hacia el final de sus días como profesionales.

Soto podría unirse a esta divertida lista de Elias Sports Bureau (de nuevo, limitada a la Era de Expansión) de jugadores que vistieron la camiseta de al menos tres equipos antes de unirse a uno con el que jugaron al menos una década.

Manny Mota: Gigantes, Piratas y Expos, luego 13 temporadas con los Dodgers
Lou Piniella: Orioles, Indios y Reales, luego 11 temporadas con los Yankees
Joe Niekro: Cachorros, Padres, Tigres y Bravos, luego 11 temporadas con los Astros
Gene Garber: Piratas, Reales y Filis, luego 10 temporadas con los Bravos
Jamie Moyer: Cachorros, Rangers, Cardenales, Orioles y Medias Rojas, luego 11 temporadas con los Marineros
José Bautista: Orioles, Rays, Reales y Piratas, luego 10 temporadas con los Azulejos

Una lista peculiar (que no incluye a ningún jugador con un contrato de US$765 millones) y un camino igualmente peculiar.

Pero este es el camino que Soto eligió al apostar por sí mismo y ganar en grande.

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