El CNIO está en números rojos, pero su dirección niega que se deba a la compra de obras de arte
La directora del centro pionero de investigación contra el cáncer, María Blasco, descarta dimitir y achaca el déficit financiero de la institución a la falta de actualización del presupuesto anual
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El Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) tiene un déficit de alrededor de 4,5 millones de euros y problemas para comprar todos los equipos que necesitan sus investigadores, pero la causa, según sus responsables, no es que se haya invertido el dinero en obras de arte, como han publicado algunos medios, y niegan que el buque insignia de la investigación pública española haya dejado de ser competitivo, como dicen otros.
“No es verdad que el CNIO no esté brillando científicamente y el déficit contable se debe a que hemos estabilizado a 120 trabajadores sin que haya aumentado nuestra subvención nominativa”, ha explicado su directora, María Blasco, en una comparencia ante los periodistas. Dicho presupuesto anual, de unos 22 millones de euros, se ha mantenido estable desde hace dos décadas y estaba previsto un aumento en los Presupuestos Generales del Estado, pendientes de aprobación. “Esta asignación era la misma hace 20 años, cuando éramos 100 trabajadores, que ahora que somos 700”, indica el subdirector del centro, Óscar Fernández Capetillo.
La asignación al CNIO era la misma hace 20 años, cuando éramos 100 trabajadores, que ahora que somos 700”
Por su parte, la ministra de Ciencia, Diana Morant, ha asegurado este viernes que el CNIO “está teniendo la mayor captación de fondos públicos, tanto nacionales como internacionales, de la historia” y ha recordado que en todas las convocatorias para la mejora de equipamientos el CNIO ha recibido financiación. “En la última ha recibido un millón de euros para renovar tres equipos”, ha dicho.
“El CNIO no compra arte”
El equipo directivo del CNIO se ha defendido de las publicaciones recientes como la del diario ABC, que afirmaba que el CNIO “se gastó casi un millón en un proyecto para comprar arte” y la de El País, que este mismo viernes recogía el malestar de varios jefes de investigación del centro por el “estado de abandono” de una institución “al borde del precipicio”, según estas mismas fuentes.
“Categóricamente no es cierto que el CNIO compre obras de arte”, asegura Blasco a preguntas de elDiario.es. “El proyecto CNIO arte es una iniciativa finalista, es decir, que tenemos financiadores privados que nos dan el dinero para que se produzca una obra. En ningún caso el CNIO compra ninguna obra de arte”. Ese millón de euros procede de convenios con empresas como el Santander y con entidades públicas como el Instituto Cervantes y la FECYT, y una parte de esos ingresos se han destinado a contratar a a investigadores, alega Blasco.
Escasez de equipamientos
En cuanto a las críticas por la escasez de equipos materiales, como la denuncia de que al CNIO solo le queda uno de sus cuatro microscopios confocales, la dirección del centro recuerda que el dinero que puede gastar cada año está limitado a un millón de euros y deben establecer prioridades. “Muchas veces es imposible comprar todos los equipos que hacen falta y lo que vamos es priorizando según las necesidades”, asegura Blasco. Por eso, después de que se estropeara recientemente uno de los microscopios, explica, la solución adoptada ha sido alquilar otro en 2025.
Muchas veces es imposible comprar todos los equipos que hacen falta y lo que vamos es priorizando según las necesidades
La decisión de dónde invertir el dinero la adopta el Comité de Directores de Programa, en el que están presente todos los jefes de los programas científicos del centro y la directora y establece una priorización de lo es más urgente en ese momento, ha recordado Fernando Peláez, director del programa de Biotecnología del CNIO. “El equipamiento estrella de este año claramente ha sido un espectrómetro de masas, para la unidad de proteómica, y es algo que teníamos que hacer porque los equipamientos anteriores estaban obsoletos”, ha añadido. “Al final, todos los años solo podemos dar cabida a una instrumentación que pone alegre a unos y tristes al resto”, asegura Fernández Capetillo.
Blasco no dimite
La directora del CNIO ha asegurado que no se plantea dimitir de su puesto y ha recordado que su contrato se renueva cada cinco años por el patronato de la institución, además de haber sido evaluado muy positivamente por un panel independiente de expertos (Science Advisory Board). “Es es el patronato quien tiene que decidir si tengo que continuar yo o no”, asegura. “Cada dos años nos evalúa un comité asesor externo muy exigente, incluida mi función como directora; la última vez que vinieron fue en el año 2023 y en esa evaluación se alababa la excelencia científica del CNIO”.
En cuanto al sueldo de Blasco, que el comité de empresa cifraba en los 230.000 euros anuales, la directora del CNIO ha asegurado que “es muchísimo menos” y ha recordado que quedó establecido en la Real Orden del 12 de abril de 2012, cuando Cristóbal Montoro era ministro de Hacienda. De este documento legal se infiere que el sueldo de Blasco se mueve entre un mínimo 75.000 y un máximo de 150.000 euros anuales, muy lejos de las cifras publicadas para pedir su dimisión.