Luis Gordillo : «Mis obras de los 60 me gustan más ahora que cuando las hice»

Luis Gordillo (Sevilla, 1934) está sentado en medio de una de las salas de exposiciones que cedió el Ayuntamiento de Sevilla en el Espacio Santa Clara a la fundación del pintor. Las salas tienen una exposición permanente con su obra , pero que cambia cada vez que se decide con la opinión del pintor, como ocurre ahora con la exposición titulada 'Retroalimentación' inaugurada este viernes. El artista lleva un bastón porque el pasado septiembre se cayó y se rompió el fémur, lesión de la que ya está casi recuperado. «Yo me siento bien, pero soy viejo, he cumplido 90 años». Eso sí, no renuncia ningún día a su trabajo. « Voy al estudio todos los días, mañana y tarde, y a veces también los fines de semana. Estoy trabajando mucho. Es que si no me aburro mucho», afirma. A la entrada de las salas que llevan su nombre se encuentra una serie de fotos de Gordillo, desde que era joven, que funciona como una especie de calendario con sus retratos. «Esta exposición se llama 'Retroalimentación' porque se refiere a la relación íntima de mi obra entre la foto y la pintura», explica. La exposición, comisariada por Sema D'Acosta, es una retrospectiva de esta relación entre la fotografía y la pintura desde los años 60, con imágenes desde 1963 que acaban siendo pinturas muy famosas, indica el comisario. Por ejemplo, hay una foto de una mujer con turbante que luego se convertiría en la famosa obra 'Gran Cabeza' que está en la colección permanente del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo. «La fotografía le sirve a Gordillo para crear una energía entre fotografía y pintura que va alimentando la obra». Luis Gordillo dice que no sabe hacer fotos. «En el colegio éramos un grupo de amigos que salíamos en Sevilla a los parques. Eramos adolescentes y había algunos que hacían fotos. En aquella época era mucho más difícil hacer fotografía, ahora está tirado. Yo tengo un pulso fatal y en mi juventud haría una foto vanguardista», relata Gordillo, «porque la parte técnica no te interesaba, sólo era para experimentar e investigar sobre la foto y seguir avanzando», le contesta D'Acosta. 'Manicromáticos' o 'Firmamentos interiores' han sido algunas de las exposiciones mostradas en las salas Luis Gordillo. Ahora toma el relevo 'Retroalimentación'. «Yo veo el cambio muy justificado, porque actualmente cuando pinto un cuadro normalmente he llegado a él por una serie de ensayos que hago con collages de mucha mezcla de fotos y llego finalmente a uno y éste es el que pinto. Pero en otra épocas no era así, no pintaba sobre algo ensayado, sino que directamente me metía en el lienzo . Esas son dos maneras de pintar, sobre todo la segunda es la que más he hecho. Cuando me tiraba directamente al cuadro salían bastante bien, pero yo no sé si últimamente, quizás por miedo, me he atenido a ese tipo de ensayo constante». Dice que en su estudio tiene cientos de fotos, muchas de ellas modificadas. «Allí hay un mundo que está pululando y está muy vivo, y entonces elijo un cuadro. Pero, además, yo trabajo mucho el dibujo, que es algo muy espontáneo . Me pueden salir veinte dibujos de un tirón, y es lo que más me gusta de mi obra, dibujar empleando materiales de todo tipo. El dibujo es muy libre». Mucha de esta obra del pintor es conocida al menos por los aficionados a la pintura de Gordillo. «Alguien que entienda y siga mi obra un poquito ya conoce todo esto porque ha salido en muchos libros y catálogos. No es tan raro, porque esto es conocido, aunque no sea por el gran público. Aquí hay pintura y fotos que han servido para hacer pintura, esa es la relación y lo que tratamos de explicar aquí». Como ejemplo un dibujo muy pequeño que origina un famoso cuadro, 'Baño dúplex' de 1974. «De ahí elige un dibujo que va originando otras obras, hasta que origina una serie, la 'Serie Luna' que está en el Museo Reina Sofía de Madrid», indica D'Acosta. En la exposición de estas salas se muestran al menos tres obras inéditas del pintor. En este momento Luis Gordillo dice que está cambiando y que casi se preocupa. «Estoy haciendo fotografía constantemente, es raro el día que no hago fotos. Miro por la ventana y digo, mira esa palmera... y la saco. El otro día vi una lagartija, que me encanta, las tengo de goma por el estudio, me gustan mucho, y veo una lagartija encima de una foto, cojo la cámara y hago veinte fotos en un rato. Y como eso tengo montones». Las cientos de fotos que ha hecho Luis Gordillo no sólo acaban en cuadros, sino también en grandes murales, como los que cierran esta exposición. «En el estudio, que es muy grande, las cosas que me van interesando profundamente, fotos, estampitas, cosas raras, las voy poniendo en la pared y las voy relacionando, y me encanta, me gusta muchísimo. Lo veo sólido, está muy interiorizado, y al final surgen piezas como el mural de nueve metros que se pudo ver en la exposición de Alcalá 31 de Madrid. Eso es una novedad en mi obra». Luis Gordillo mira sus obras de los años 60. «Cuando las miro me llevo sorpresa, porque me gustan, incluso más que cuando las hice . Hay cuadros de los años 60 que me encantan. Yo estoy muy de acuerdo con mi obra anterior, y con el tiempo la saboreo más. Pero de lo que más dudo es de lo que hago en presente, porque después esas obras las ven los críticos, las ponen muy bien, y entonces yo recibo ese aire calentito. Además el tiempo ayuda mucho. Para mi gusto con el tiempo mi obra ha ganado mucho». Dice con humor que ahora en España es uno de los «jefes». «Entre los jóvenes mi obra tiene muchísima importancia . La generación de Alcolea y esa gente chuparon de mi obra 'por un tubo', y ahora esa generación de Rubén Guerrero, Miki Leal y demás también me tiene un gran fervor, quizás no han copiado como los otros, pero tienen devoción por mi obra. Yo me llevo con ellos maravillosamente y admiro su obra muchísimo. En Sevilla hay muy buenos pintores, incluso ahora más que antes», afirma el artista. La exposición 'Retroalimentación' podrá visitarse hasta finales del año 2025 en el Espacio Santa Clara. La entrada es gratuita.