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Se reabre el debate sobre la fecha de la erupción del Vesubio que destruyó Pompeya

Abc.es 
Pompeya sigue siendo una caja de llamativas sorpresas. Gracias a nuevos estudios se desvelan algunos secretos y se adquieren nuevos conocimientos sobre las costumbres de los pompeyanos, pero al mismo tiempo surgen interrogantes que ponen en duda algunas certezas dadas por oficiales. Ahora es el propio director del Parque Arqueológico de Pompeya, Gabriel Zuchtriegel , un prestigioso arqueólogo, el que plantea de nuevo el debate sobre el último día de Pompeya . En el 2018 se descubrió una inscripción que permitió establecer el 24 de octubre del 79 d.C como el último día de la antigua ciudad romana, sepultada por la erupción del Vesubio. Hasta hace seis años, en los libros de historia se fijaba el 24 de agosto como la fecha más probable en que se produjo la famosa erupción. La fuente principal para situar en este mes la catástrofe era Plinio el Joven , que lo cuenta por carta a Tácito. Pero ese texto original no existe, sino copias realizadas en el Medioevo por amanuenses, posiblemente con errores de transcripción . Por tanto, en el 2018 se «corrigió» la historia sobre la más grande tragedia de la humanidad por la erupción de un volcán, gracias al hallazgo de la inscripción a carboncillo en una pared de la llamada 'Casa con jardín'. «Es un descubrimiento extraordinario, porque finalmente se puede fijar de manera segura la fecha de la erupción», manifestó el que entonces era director general del Parque Arqueológico de Pompeya, el arqueólogo Massimo Osanna, hoy director general de Museos en el ministerio de Cultura. La inscripción a carboncillo se remonta a «dieciséis días antes de las calendas de noviembre», o sea, al 17 de octubre . Los arqueólogos creyeron que era muy probable que la nota hubiera sido escrita una semana antes de la erupción. Por tanto, su conclusión fue que la gran catástrofe se produjo el 24 de octubre. Además de la inscripción a carboncillo, algunos estudios abundan en la fecha del otoño, basándose en algunos indicios importantes: las víctimas de Pompeya no llevaban ya ropas de verano, sino de otoño; en algunos casos incluso voluminosas y pesadas, no ciertamente veraniegas. En muchas casas, como por ejemplo, la del Menandro o la de los Castos Amantes se han encontrado braseros para calentarse , lo que sugiere que eran temperaturas bajas del otoño. Además, en las excavaciones aparecieron un gran número de castañas , típicamente del otoño, y nueces , que habitualmente se recolectan entre septiembre y octubre, así como gran cantidad de granadas , que se recogen entre finales de septiembre y octubre. Los arqueólogos han descubierto la existencia de algunos terrenos agrícolas que producían vino, y la vendimia , que se realiza a inicios del otoño, ya se había concluido cuando llegó la erupción. Pero ahora se plantea otra hipótesis que parte de interrogantes sobre el cambio climático y las prácticas agrícolas que, en la zona del Mediterráneo, cambiaron ya en la antigüedad, tanto de una región a otra como a lo largo del tiempo. Así lo reflejan nuevos estudios del Parque Arqueológico de Pompeya, realizados por el director Gabriel Zuchtriegel junto con otros investigadores, quienes vuelven a poner sobre la mesa la fecha de la erupción tradicionalmente fijada el 24 de agosto del año 79 d.C., teniendo como fuente la carta de Plinio el Joven . Así lo explica Zuchtriegel: «Por el momento no podemos excluir que la erupción haya ocurrido el 24 de agosto, como escribió Plinio, y debemos preguntarnos qué podría significar esto. Quizás hemos subestimado la tradición literaria , que en realidad no es tan confusa como a menudo se ha creído». Por otro lado, Zuchtriegel plantea la cuestión del cambio climático y de las prácticas agrícolas, lo que contribuirá a reabrir con más interés el debate: «Tal vez hayamos sobreestimado la estabilidad del clima y de los ciclos agrícolas: en realidad, el clima también ha cambiado en el pasado , aunque a un ritmo más lento, y Pompeya ofrece una oportunidad única para estudiar un ecosistema fuertemente influenciado por la presencia humana hace ya 2.000 años. La biodiversidad y la variedad de prácticas, cultivos y tradiciones locales -concluye el director- van mucho más allá del cuadro necesariamente esquemático ofrecido por los autores antiguos que se ocuparon de la agricultura». En verdad, la fecha del 24 de octubre está en los libros de texto y se ha convertido prácticamente en la fecha oficial en todas partes. Así que no será fácil la reapertura del debate, que desde luego sería interesante para mostrar cómo han cambiado el clima y los ciclos agrícolas. A este respecto, la investigadora Helga Di Giuseppe, arqueóloga, escribió en el año 2022 el libro 'Pompeya, la catástrofe', en el que defendió con firmeza la fecha del 24 de agosto: «Para los romanos agosto era otoño , lo sabemos por la mayoría de los autores antiguos, por eso algunos frutos que hoy nos pueden parecer extraños, era absolutamente normal que estuvieran maduros ya en agosto». El director del Parque Arqueológico de Pompeya reconoce que el nuevo estudio «no pretende ser un punto final, sino una contribución para continuar la discusión y abrir nuevas perspectivas «.

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