FED: las promesas de Trump se filtran en la proyección inflacionaria
Aunque todavía faltan algunas semanas para que Donald Trump tome posesión del cargo, la promesa del presidente electo de introducir una reforma radical de la política monetaria de los Estados Unidos ya pesa sobre la Reserva Federal.
A pesar de que la Fed recortó las tasas de interés un cuarto de punto porcentual el miércoles en su tercera rebaja consecutiva, las proyecciones de los funcionarios de que el año próximo habrá la mitad de recortes de tasas de los que habían pronosticado en septiembre han provocado fuertes oscilaciones en el mercado.
El presidente de la Fed, Jay Powell, declaró que las perspectivas más cautelosas en relación a las rebajas de tasas se debían a las señales de que los avances para reducir la inflación al objetivo del 2% del banco central se habían estancado. Algunos funcionarios también han comenzado a hacer suposiciones sobre las políticas de Trump en sus pronósticos.
"Casi todos los aspectos de la política [de Trump] parecen amenazar las perspectivas", sostiene Julia Coronado, ex economista de la Reserva Federal que ahora dirige MacroPolicy Perspectives, en referencia a los objetivos del banco central de mantener la inflación baja y estable y la estabilidad del mercado laboral.
Coronado añadió que el mensaje de la Reserva Federal era claro: "Ya no estamos en Trump 1.0. Este es Trump 2.0, tenemos una inflación por encima del objetivo y debemos adelantarnos a esto".
Las amenazas de Trump de imponer aranceles, llevar a cabo deportaciones masivas y recortar impuestos y regulaciones podrían tener amplias repercusiones económicas, según inversores y analistas. A algunos economistas les preocupa que la reforma conduzca a una mayor inflación, un menor crecimiento y más volatilidad.
Los economistas reconocieron que las bases para un cambio a un ritmo más gradual de recortes de tasas el próximo año ya estaban tomando forma antes de la victoria electoral de Trump a principios de noviembre. Las lecturas de inflación en septiembre y octubre fueron más altas de lo previsto, lo que relajó los temores sobre la estabilidad del mercado laboral que habían surgido durante el verano.
La medida de inflación preferida de la Fed, el índice de precios del gasto de consumo personal básico, aumentó a una tasa anual del 2,8% en octubre y se prevé que se haya acelerado al 2,9% en noviembre, según una encuesta de economistas de FactSet.
Powell señaló estos cambios el miércoles y también dejó claro que después del recorte de diciembre, la Fed había entrado en una "nueva fase" en la que necesitaba ser mucho más "cautelosa" dado que las tasas de interés ahora estaban más cerca de las mejores estimaciones de las autoridades de un nivel "neutral".
Aunque las políticas de la Fed siguen siendo "significativamente restrictivas", Powell dejó en claro que las rebajas posteriores dependerían de un mayor progreso en la inflación.
Pero Powell también señaló un cambio en la forma en que la Fed estaba planteando las modificaciones que Trump ha prometido poner en práctica, distanciándose de su postura tras las elecciones de noviembre de que la Fed no "especularía" ni "asumiría" nada sobre lo que haría la próxima administración.
Los ajustes no tardaron en extenderse a los mercados financieros el miércoles, haciendo que el índice S&P 500 cayera casi un 3%, impulsando al dólar a un máximo de dos años y elevando los rendimientos de la deuda pública estadounidense.
Los analistas de JPMorgan se hicieron eco de ese sentimiento. "Bajo la superficie, podemos ver que las preocupaciones por los aranceles podrían estar filtrándose a los miembros de la Fed", explicaron.
En una rueda de prensa el miércoles, Powell reconoció que algunos funcionarios habían dado un "paso preliminar" para incorporar "estimaciones que dependen de los efectos económicos de las políticas en sus pronósticos en esta reunión".
A la pregunta sobre la respuesta de la Fed a los aranceles, Powell explicó que el comité estaba intentando entender mejor cómo esas políticas afectarían a la economía.
Un recorte en la próxima reunión de la Fed, en enero, está "absolutamente descartado", declaró Ellen Zentner, de Morgan Stanley Wealth Management, citando la inclusión de un lenguaje en la declaración de política que se ha utilizado en el pasado para señalar una pausa prolongada.
Derek Tang, economista del grupo de análisis LHMeyer, espera que la Fed posponga los recortes adicionales hasta junio e introduzca un total de tres para el año. Ese pronóstico depende de que las expectativas de inflación se mantengan bajo control.
Tang añadió que también estaba preocupado por las perspectivas del mercado laboral si las políticas de Trump afectan el crecimiento, lo que podría crear complicaciones para la Fed.
"La gente puede estar subestimando el escenario en el que el mercado laboral se debilita y la Fed ahora está atrapada entre una inflación más alta pero también intenta evitar que la economía entre en una recesión", concluyó Tang.