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Róger Ajún, el atrevido narrador de antaño, sorprende al hablar de Alajuelense y Alexandre Guimaraes

Los relatos de Róger Ajún resultan inolvidables para muchos aficionados de Liga Deportiva Alajuelense por aquel estilo tan diferente a la hora de narrar, pero también porque lo hizo en una época brillante de los rojinegros. A las puertas de la gran final del Torneo de Apertura 2024 entre la Liga y Herediano, La Nación conversó con ese personaje tan auténtico e inolvidable para el liguismo.

- ¿Cuál fue el gol que más lo marcó a usted al narrarlo? ¿Cuáles son los goles que más le gustaban narrar?

- Los goles que más amaba narrar eran los de Alajuelense a Saprissa. Todos los que la Liga le metía a Saprissa. ¿Para qué vamos a andar con tonteras? Yo digo la verdad y es esa. Siempre que llegaba al estadio llevaba mi bandera. Yo andaba siempre con una bandera rojinegra, y la llevaba en una maletita donde guardaba los datos y cosas.

”Sacaba mi bandera y la ponía siempre donde narraba, ¿verdad? Y a veces era tanta la euforia que yo sacaba la bandera y comenzaba ahí en el palco a moverla, y todo el mundo me gritaba tonteras”.

- ¿Cómo ve esta gran final?

- Yo veo una Liga ganadora, estimo muchísimo a Alexandre Guimaraes, un tipo azul, muy inteligente y confío en él. Lo que queremos es ganar el título, a pico y a pala, si tenemos que sacarlo a pico y a pala, ahí en el Carlos Alvarado, pues a pico y a pala lo vamos a sacar.

”Creo que tenemos los hombres, ya no podemos ser tan románticos de ir a jugar, a intentar jugar fútbol. Saprissa le ganó el partido a Herediano tirándole todas las bolas a Kendall Waston y aunque no le alcanzó, uno sabe que la Liga tiene con qué. Si hay que tirar todas las pelotas a quien sea, pues se hace, hay que ir a sacar el partido.

”Para mí, el campeonato se gana ahí en el Carlos Alvarado, el primer partido va a marcar la diferencia, eso es lo que yo creo, y luego ir a Alajuela nada más a celebrar, eso es lo que yo creo”.

- ¿Cree que la Liga ya tiene claro lo que no puede hacer en el primer juego?

- Exacto, ya nos pasó, ya vimos que no podemos llegar románticamente. Yo entiendo lo que Alexandre dijo en la conferencia de prensa. Mis hijos me dicen que por mi culpa son liguistas y que por mi culpa están sufriendo y les respondo: ‘A veces hay que perder para ganar; perdimos frente a Heredia, pero vamos a ganar, porque el equipo va a estar más descansado’. Alexandre va a tener la oportunidad de ver a los equipos, los va a estudiar, y ya no podemos seguir con ese romanticismo.

”Cuando se perdió esa semifinal, Alexandre se echó todo el peso encima. Todo el mundo lo critica a él, nadie le cuestionó el planteamiento, nadie le cuestionó a ningún jugador. Fue el único que salió golpeado y él quería eso, pero casi nadie lo notó.

”Lo hizo de una forma elegante para mí, como él es, y todo el mundo dijo que qué le pasa creyendo que él que venía a arreglar el fútbol de Costa Rica. Alexandre es un tipo muy inteligente y va dos años adelante de todo el mundo aquí, por lo que él ha recorrido. ¿Sabe algo? Otros a veces estamos aquí muy pollitos y él vuela”.

- ¿Y cómo ve a Herediano?

- Heredia no llega en su mejor momento. Heredia llega golpeado, claro que llega golpeado, viene de perder un partido, ahora se invierten los papeles, porque la Liga jugó aquella semifinal con otra final de por medio y su rival descansado. Ahora las cosas se invierten.

”¿Y quién es el único ganador? La Liga llega con el equipo relajado, replanteado y no salir a especular. Hay que llegar desde el primer minuto a ganar en el Carlos Alvarado, ahí es donde vamos a asegurar el campeonato, y luego en Alajuela que sea la fiesta. Tenemos con qué.

”Tenemos un equipo para jugar fútbol, lo tenemos. Si tenemos un equipo para volar pico y pala, también tenemos un equipo para jugar al estilo pico y pala. Tenemos con qué sacarlo, y a mí me parece que Alexandre es un tipo muy astuto, muy inteligente, muy capaz, y toda la responsabilidad es de él y de los jugadores.

- ¿Cómo empezó ese liguismo suyo?

- Eso empezó desde muy pequeñito. Fíjate que cuando el volcán Arenal explotó, aquí en Guanacaste, yo estaba en segundo grado de la escuela, y mi hermano estaba en sexto grado. Mi mamá era la encargada de la unidad sanitaria, entonces, por la situación del volcán, vivíamos en Tilarán. Tuvimos que salir de Tilarán y nos fuimos a vivir a Barrio México.

”Recuerdo que el primer año, mamá nos regaló una platita y nos dice: ‘Eso es de mi aguinaldo’. Yo tengo un hermano que ya se murió, Gerardo, y ese era el liguista más envenenado que he visto en mi vida.

”Yo estaba en tercer grado de la Escuela Juan Rafael Mora, y él, porque era muy buen estudiante, tenía una beca y estaba en el Colegio Don Bosco. Entonces, mamá nos dio ¢5, la mitad para cada uno y yo dije que quería ir a Plaza Víquez para montarme en los caballitos y comer algodón de azúcar como cualquier niño.

”Mi hermano me dijo: ‘No, vamos para Alajuela, porque juega la Liga y vamos a ir al estadio y después vamos a cualquier otro lado’. Resulta que en ese entonces lo que había eran unos cafetales y viajamos en unas bucetitas, y nos colamos por detrás. Es más, la gente nos veía que nos estábamos colando al estadio para no pagar la entrada y la gente nos ayudaba para que pasáramos.

”Ahí fue donde empezó mi amor por la Liga, porque mi hermano sufría, Gerardo era un caso fuera de serie. Él tenía pantuflas liguistas, la cobija de él era rojinegra, cuando iba al estadio se pintaba el pelo rojinegro, todo era rojinegro.

”Para él, si usted quería alegrarle el día, había que regalarle un leoncito. Él era médico, era pediatra. Y era ese vacilón en las consultas con los chiquitos. Y me contagió a mí, porque siempre había que ir a ver a Alajuelense”.

- ¿Y luego aquel niño tuvo el privilegio de ser el narrador estelar de los partidos de la Liga?

- Me fui a trabajar a Canal 2 y Ramón Coll me dice: Tenés que ponerte la camisa, ¿te la puedes poner? Yo respondí: ‘Sí, sí, no hay ningún problema. Entre sus argumentos, le comentó que todo era un negocio y que por eso cuando jugaba Saprissa todo el mundo ponía Canal 7; entonces, cuando su interés era que cuando jugara Alajuelense todo el mundo pusiera Canal 2. Y me dijo: ‘Tenemos que dar esa identidad, y si usted se pone la camisa y hace las cosas como yo le digo, le voy a pagar más’.

”Para mí fueron ¢25.000 más de salario, porque ahí fue cuando empezamos con que la Catedral del fútbol, que sobrenombres a los jugadores, que el Pato López, que el Superman Rojas. Y entonces fue una época muy bonita, muy linda que yo viví, porque ahí era el equipo de mis amores, y estar ahí y ser el relator, pues ya era un sueño hecho realidad.

”Y fue muy lindo, fueron años muy lindos, muy preciosos, que disfruté al máximo. Y yo le doy gracias a Dios por eso, que me dio ese privilegio, y salimos campeón casi todos los años, porque ese equipo era un equipazo que se tenía. Era la época de Badú, de Jan Postulka, y fueron años de muy buenos jugadores que marcaron una época impresionante.

”Además, fue una muy linda relación con todos ellos: con Javier Delgado, con Mauricio Montero, con Froylán Ledezma. Yo me los topo a ellos, y siempre llegan de alguna manera a buscarlo a uno, a saludar, y sigue esa relación tan linda”.

- ¿Cuál fue el mejor jugador que vio en la Liga?

- Juan José Gámez era espectacular, igual que Juan Ulloa y Wílmer López caramba, era excepcional, era un fuera de serie; pero de verdad que Juan José Gámez fue el mejor jugador que he visto, de todos los que yo vi jugar fútbol.

- Yo lo he visto en el Estadio Edgardo Baltodano en partidos de Liberia y Alajuelense. ¿Qué sentimiento le genera?

- No narro los partidos. Mi hijo tiene una página que se llama Desde La Banca, entonces, a través de esa paginita trabajamos. ¡No hay radios en Guanacaste! Vea qué cosa más terrible. Yo fui 27 años director de la Radio Nicoya y ahí narrábamos los partidos, pero ahora no. Yo no narro. Yo llego a dirigir y a pasar los anuncios. Ya me cansé de narrar. Entonces, tengo dos compañeros que son los que narran, pero siempre con la misma alegría, con la misma emoción.

”Ya uno no puede ocultar esos colores, ¿verdad? Bajo ninguna circunstancia. Ahora la última vez que vino Alexandre Guimaraes fue muy bonito porque llegó a saludarme.

”Yo le estimo mucho a Alexandre. Desde que él era jugador nos conocíamos y entonces ha habido una relación muy bonita con Alexandre, a quien yo admiro y respeto muchísimo”.

- ¿Y cuánto le gustaría a usted volver a tener la oportunidad de narrarle un partido a La Liga?

- No, ya no, ya es un pasado, pero ya no, ya no. Ahora hay mucha gente, hay locutores que están ahora, son muy buenos. Los chicos que hay son extraordinarios. Lo mío fue muy bonito, lo que yo viví ahí fue muy lindo, lo disfruté al máximo. Es más, si me decían que no me pagaban, estaba bien que no me pagaran. Yo feliz de la vida narrando ahí, y gracias a Dios fui muy bien pagado.

”A veces conversábamos con los colegas y en ese entonces que trabajé para Canal 2, yo tengo que agradecerle a don Ramón porque lo que él me pagaba, ningún locutor deportivo en Costa Rica se lo ganaba.

”Fui hasta el mejor pagado y las bonificaciones que él me daba, los bonos... Yo no sé si me los gané. No creo que me los haya ganado, pero don Ramón fue muy especial conmigo y siempre me pagó más de la cuenta.

”A veces me decía: Negro, ¿qué vas a hacer en diciembre? Yo le respondía que pasar algo allá con mi familia, tranquilo. Y sacaba la chequera y me decía: ‘Toma, te voy a hacer este chequecito para que se compre algo más’”.

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