Postnatal de un año: los pros y contras del proyecto que aumenta el permiso de madres y padres
El pasado 16 de diciembre, el proyecto de postnatal de un año sorteó su primera barrera en la Cámara de Diputadas y Diputados, al ser despachado desde la Comisión de Economía a la de Trabajo.
Se trata de una iniciativa que propone extender el actual postnatal (24 semanas) a un total de 52 semanas en el caso de las madres y a 30 días en el caso de los padres, quienes por ahora solo tienen cinco días de permiso.
A lo anterior, se agrega la opción de que durante esos siete meses después del parto las madres puedan transferir este derecho al padre, o que puedan decidir reincorporarse al trabajo de manera anticipada.
Pese a que lleva la firma de diputados desde la UDI al Partido Comunista, el proyecto no ha estado exento de críticas, pues algunos expertos y representantes del mundo empresarial han apuntado a su posible efecto en el empleo femenino y han formulado, además, la pregunta sobre cómo se financiará.
El Gobierno, por su parte, ha señalado que la iniciativa es inconstitucional, ya que al implicar gasto fiscal, es de iniciativa exclusiva del Ejecutivo. Asimismo, la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, se ha sumado a quienes están preocupados por el empleo femenino. “Los permisos asociados a mujeres son una de las causas que dificultan el aumento en la tasa de participación laboral femenina”, sostuvo.
En ese contexto, Radio y Diario Universidad de Chile conversó con la líder de la organización que está impulsando el proyecto. Andrea Iturry, fundadora y vocera del Movimiento Postnatal de Emergencia, contó que la iniciativa surgió, precisamente, de esa circunstancia.
“Fueron alrededor de 300 mil mujeres que obtuvieron el postnatal de emergencia. De ahí nace que exista un postnatal de un año y no sea solamente una política que esté ligada a pandemia, alguna catástrofe o al invierno”, explicó.
Iturry destacó los beneficios del postnatal de un año, entre ellos, que se podrán alargar los tiempos de la lactancia materna y que se facilitará la generación de apego entre la madre y su bebé.
La vocera del Movimiento Postnatal de Emergencia también resaltó el tema psicológico: “Porque el estar después del postnatal viendo la manera de quedarse con sus niños a través de una licencia médica, que en muchos casos es falsa, a las madres les trae estrés, porque no saben si esa licencia va a ser pagada o reducida”.
El diputado del Frente Amplio (FA), Patricio Rosas, quien recogió la propuesta del Movimiento Postnatal de Emergencia y presentó el proyecto de ley, argumentó que la iniciativa permitirá regularizar una situación que ya se está dando con las madres y las licencias médicas que utilizan para alargar su tiempo con sus hijos e hijas.
“Es transparentar una situación anómala que se está dando hoy día, en que prácticamente la mayoría de las madres que tienen derecho a un postnatal en sus trabajo, podrían tener la seguridad de que ese tiempo se lo van a poder tomar y de que no tienen que estar recurriendo a licencias”, dijo.
Rosas, quien además es médico de profesión, planteó que el primer año de vida de los niños y niñas es clave, porque es ahí cuando van generando defensas; y al igual que Iturry, relevó la importancia de que se alargue el período de amamantamiento. “La leche en fórmula no es lo más óptimo, estaríamos combatiendo indirectamente la obesidad infantil precoz”, comentó.
Requerido sobre las críticas al proyecto, el parlamentario recalcó que el postnatal contempla un subsidio decreciente. Desde la semana 29 en adelante las madres recibirán el 80% de su sueldo y en las últimas 12, el 50%. Por otro lado, el parlamentario indicó que el permiso, bajo los términos de este proyecto, genera una “restricción” para ambos progenitores.
“Tanto el padre o la madre van a tomar un postnatal en algún momento. En el caso de nuestro proyecto es de cuatro semanas, pero también facilita a la madre el traspasarle, en el último trimestre, parte del postnatal al padre. Desde ese punto de vista, el proyecto salvaguarda esta diferencia que se pudiera hacer entre un sexo y otro”, estimó.
Andrea Sato (Fundación Sol): “Esto no acaba con una política pública que aumente el postnatal”
La magíster en Sociología e investigadora de la Fundación Sol, Andrea Sato, advirtió que este proyecto de postnatal de un año es insuficiente para enfrentar varios problemas, tales como que aún son las mujeres las principales responsables del cuidado de los hijos.
“Las mujeres que están en hogares con niños o niñas menores de seis años, tienen un uso de tiempo de casi 70 horas semanales solo en labores domésticas y de cuidado no remuneradas y también las mujeres que deciden ser madres tienen un impacto a nivel salarial. Hay una diferencia de casi un 20% entre los salarios de las mujeres que deciden ser madres y las que no se convierten en madres, ahí hay dos problemas fundamentales que no va a solucionar una política pública de postnatal de un año”, observó.
Sato aseguró que se necesita un “proyecto mucho más integral y estructural, que involucre no solo a las familias, sino que también al Estado, a los empleadores y las empresas, donde pongamos los cuidados en el centro y donde también se priorice el cuidado de los niños y niñas en un escenario de baja tasa de natalidad”.
La investigadora de Fundación Sol señaló que efectivamente el empleo femenino podría verse afectado pero, al mismo tiempo, insistió en que en otros lugares del mundo, donde se han implementado postnatales largos, el dilema no está en la extensión de la cantidad de semanas.
“A nivel comparado, lo que se ha observado en distintos países, especialmente en Europa central, que tienen postnatales de aproximadamente un año, es que las cifras de empleo femenino no se ven afectadas directamente por políticas públicas que estén vinculadas al postnatal. Lo que sí se ha observado y esto no tiene que ver con la cantidad de días, semanas o meses de postnatal, es que efectivamente las mujeres que se convierten en madres tienden a entrar y salir de manera intermitente del trabajo asalariado. El mercado del trabajo es totalmente incompatible con los cuidados, especialmente de las primeras infancias”, dijo.
En esa línea, sostuvo que la manera de solucionar este problema es atacar el fondo, es decir, a los sistemas laborales con horarios muy extenuantes que no dan un espacio adecuado a los cuidados.
“Las formas de contrarrestar la disminución del empleo femenino, especialmente del empleo femenino de mujeres que se convierten en madres, tiene que ver con políticas públicas estructurales, en donde lo primero es una disminución de la carga de trabajo y una disminución de jornada laboral importante”, sugirió.
De acuerdo a Sato, “tenemos un modelo de trabajo que es incompatible con los cuidados de niños y niñas, que simplemente es incompatible con cualquier otra forma de cuidado, porque es una sociedad productivista que tiene puesto el foco en las actividades monetarizadas y mercantilizadas y no en las actividades que finalmente van a reproducir la vida”.
Así, la socióloga destacó que aquello “no acaba con una política pública que aumente el postnatal, sino que se tiene que hablar de un proyecto de sociedad renovado, que tenga como objetivo el cuidado de las personas y no la producción”.