La absurda plaga de lo minimalista
Ando confundido, aturdido, perdido…; no sé cómo definirlo exactamente, pero me pasa cada día más. Las tiendas de Madrid (y me atrevo a decir que las de todas las grandes ciudades) son todas la misma. Uno no entiende si es el mismo arquitecto de interiores que trabaja para cambiarlas todas, o es que las modas están terminando con la esencia de cada comercio. Pero esto no hay quien lo pare. Los suelos de madera, láminas bien anchas y oscuras, las paredes en ese blanco grisáceo que pretende calidez, los mostradores como si fueran piezas de arquitectura, la luz tenue con la bombilla destacando la mandanga (uno no sabe bien si están abiertos o cerrados), unas estanterías muy vacías destacando el... Ver Más