Bajá los nervios: la técnica que ayuda a calmar a una persona enojada en solo 2 minutos
Enfrentar a una persona enojada puede ser un desafío, especialmente cuando sus emociones desbordan cualquier intento de diálogo. Sin embargo, existe una técnica eficaz que, en apenas 2 minutos, permite restaurar el equilibrio emocional del interlocutor y calmar el conflicto.
Este método, basado en la empatía y el entendimiento emocional, ofrece herramientas prácticas para actuar con tranquilidad en situaciones de tensión.
El abogado y mediador Douglas E. Noll, con una experiencia de más de 15 años en la resolución de conflictos, detalla cómo enfrentar estas situaciones en su libro "DESESCALAR: Cómo calmar a una persona furiosa en menos de 90 segundos".
¿Cómo funciona esta técnica para calmar a alguien enojado?
La clave para reducir la tensión emocional está en tres pasos que combinan empatía y observación.
Ignorar las palabras y enfocarse en las emociones es clave para desactivar un conflicto emocional. (Fuente: Pixabay)
Estos pasos se basan en neurociencia y en experiencias prácticas descritas por Noll:
- Ignorar las palabras y centrarse en las emociones: las palabras hirientes pueden desencadenar una reacción emocional en quien las escucha. Es fundamental evitar que esto suceda, ignorando el contenido verbal y enfocándose en lo que la otra persona siente.
- Reconocer la emoción subyacente: identificar sentimientos como la ira, el miedo o la frustración en el otro permite conectarse con su experiencia emocional. Este reconocimiento debe expresarse de manera clara para que la otra persona sienta que su estado es validado.
- Usar frases en segunda persona: frases como "Entiendo que estás frustrado" o "Parece que estás muy enojado" demuestran empatía. Al reflejar las emociones de quien habla, se logra disminuir la intensidad de la reacción emocional y abrir el espacio para la calma.
¿Por qué ignorar las palabras ayuda a calmar en 2 minutos?
Cuando una persona está enojada, su cerebro emocional domina sobre el racional, lo que la lleva a recurrir a respuestas automáticas aprendidas en la infancia.
Según Noll, intentar razonar en este momento es inútil, ya que las palabras no tienen el mismo impacto que las emociones.
En cambio, al etiquetar los sentimientos del otro, se activa un mecanismo emocional que reduce la intensidad del enojo.
Reconocer y etiquetar los sentimientos del otro genera conexión y reduce la intensidad del enojo. (Fuente: Freepik)
Esto no solo calma a quien está alterado, también evita que la situación escale, creando un ambiente más propicio para solucionar el conflicto.
Beneficios clave de esta técnica:
- Restaura el equilibrio emocional rápidamente.
- Promueve relaciones más saludables al desactivar tensiones.
- Es aplicable en cualquier contexto, desde discusiones familiares hasta entornos laborales.
En apenas 2 minutos, esta técnica puede transformar un momento de tensión en una oportunidad para fortalecer vínculos y fomentar la comprensión mutua.