Córdoba, de espaldas y de frente
Córdoba es una provincia fragmentada lo que viene a significar que obtiene menos provecho por su desarrollo conjunto. El centro físico de su geografía, tanto económica como socialmente, se sitúa equidistante de sus extremos, con mejores condiciones de accesibilidad y conectividad, para ambas partes: Municipio capitalino y provincia . El avance de sus territorios, en el Centro y al Sur y al Norte, depende, en buena medida, de su integración, del proceso de combinar complementariedades para crear un todo armónico y diversificado económicamente de un extremo a otro, haciendo parada y fonda en el Centro nodal. Córdoba es una ciudad aislada de su provincia que se debe abrir para suplementarse, creando efectos económicos y sociales centrípetos y centrífugos. Con una población prácticamente similar en una parte y otra, hay que unir y sumar las dos para crear una oferta de servicios y bienes bidireccional en el área de influencia; haciendo posibles también los intercambios inducidos por mayores especializaciones y yuxtaposiciones entre nudos de segundo y tercer orden, tanto al Sur como al Norte. Sin embargo, la realidad es que capital y provincia viven de espaldas, casi ignorándose, y, en algunos casos, sobre todo al Sur, con proyección económica extraprovincial . Bien es verdad que la disposición y distribución de los municipios en torno a la capital es marcadamente singular y favorecen esta insularidad y aislamiento. A menos de 24 kilómetros del municipio central no se sitúa ningún otro municipio de la provincia, caso único en Andalucía. Incluso, a menos de 10 kilómetros, Granada capital sitúa a 23 municipios y Sevilla a 13. Esta particularidad espacial también presenta un lado positivo en nuestro caso: Córdoba no cuenta con ningún municipio a más de 100 kilómetros de la capital, mientras que en la siete restantes provincias andaluzas hay un total de 109 municipios, a una media de 16 por provincias. Repasando algunos indicadores demográficos, distancias y áreas funcionales comarcales se aprecia que la integración provincial capital- provincia es viable, aunque pendiente, y desde luego mucho más que en el resto de las provincias andaluzas. Muchos son los ejemplos que hacen muy prometedor nuestro futuro económico y social, especialmente debidos al hecho de que el núcleo capitalino cuenta con una localización geográfica privilegiada, tanto a nivel provincial como nacional, y es un necesario e imprescindible nudo de comunicaciones en esos niveles. Es evidente que habrá que abordar otras grandes cuestiones que deben preocuparnos y que afectan a la práctica totalidad de las economías circundantes: Población y empleo, calidad de vida, medio ambiente y cambió climático, educación y formación continua, infraestructuras diversas, sectores productivos y ordenación del territorio y vivienda, entre otros. No se trata de sembrar un huevo con la esperanza de que fructifique un árbol de gallinas. Son necesarios muchos equilibrios de todo orden, de los que a fin de cuentas depende el éxito de nuestros esfuerzos. Como sentenciaba Séneca «Las obras se tienen medio terminadas cuando se han comenzado bien». Y añado, siempre que se huya de la estéril endogamia. A lo largo de las últimas décadas, la economía cordobesa ha seguido un proceso continuo de creciente terciarización , reduciendo los valores añadidos que son la base del progreso económico y generando cierta dependencia y vulnerabilidad de nuestra economía. Proceso que hay que orientarlo hacia la servitización que es una estrategia empresarial que consiste en ofrecer servicios vinculados a un producto. Los cambios en el tiempo han determinado que los consumidores ya no persiguen productos, sino que buscan soluciones. Terminaré diciendo que las posibilidades y puertas que se abren a nuestro futuro son muchas y estarán en torno a los tradicionales y nuevos sectores productivos, como la agricultura e industria alimentaria, reindustrialización, turismo, joyería, energías renovables y logística. Todos ellos propiciados por el hecho incontrovertible de que estamos en un nudo de comunicaciones con un emplazamiento privilegiado con una alta renta de situación, que coadyuva a la extensión de valores añadidos. José-María Casado Raigón Decano-Presidente del Colegio de Economistas de Córdoba