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¿Dónde están las exportaciones de chips de Intel a EE. UU.?

Un artículo publicado en La Nación, el 19 de diciembre, decía que Costa Rica registraba un superávit comercial con Estados Unidos, lo que significaba que se exportaron más bienes de los que se importaron desde el país norteamericano, según datos oficiales del BCCR, con corte a octubre.

Esta situación no se observaba desde 1987 y en el resultado parcial del 2024, la principal razón era la venta de dispositivos médicos. Sin embargo, la Administración del Comercio Internacional (ITA, por sus siglas en inglés) de los EE. UU. muestra en sus cifras oficiales que, entre el 2009 y el 2014 hubo déficit comercial de EE. UU. en los bienes transados con Costa Rica.

En ese periodo los principales productos importados desde Costa Rica fueron los semiconductores (chips), con el 51%, y los dispositivos médicos, con el 10% del valor total promedio importado en esos seis años. Eso implicaría que mientras la planta de Intel estuvo operando hubo superávit comercial para Costa Rica. La operación de ensamble y prueba (E&P) de chips de esa compañía cerró a finales del 2014.

La pregunta de cajón en este caso es ¿por qué el BCCR no registró esa misma información? La respuesta tiene que ver con el acuerdo entre Intel Costa Rica y su casa matriz en la asignación de precios de transferencia por los chips ensamblados y probados en territorio nacional. Los precios de transferencia permiten a las empresas multinacionales el establecimiento de precios para los bienes y servicios intercambiados entre subsidiarias, afiliadas o empresas que forman parte de la misma corporación.

Diferente valorización

El precio de exportación de chips de Intel no era el precio de mercado de ellos y solo incluía el costo de la materia prima, los salarios, la energía, entre otros, pero no incluía el valor de la investigación y desarrollo (I+D) realizada en EE. UU. para crear esos chips.

En promedio, el BCCR registró, entre el 2009 y el 2014, exportaciones de Intel de aproximadamente $2.042 millones por año (Monge, 2017). Por otro lado, el precio de importación de EE. UU. de estos mismos chips era el precio de mercado de ellos y sí incluía la inversión en I+D y ascendió en promedio a $4.924 por año, 2,4 veces mayor.

Esta diferencia de valorización de los mismos chips hizo que desde el punto de vista estadounidense hubiese un déficit comercial con Costa Rica y desde punto de vista costarricense hubiese un superávit comercial de $3.420 millones, en promedio, cada año, entre el 2009 y el 2014.

En el 2014, además del cierre de la operación de E&P de Intel, el BCCR anunció la adopción del Sexto Manual de Balanza de Pagos publicado por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Esta adopción implicó un cambio importante de cómo se contabilizaban las exportaciones de bienes de operaciones de ensamble en donde la materia prima entraba al país en consignación. Los chips de la operación de E&P de Intel ya no serían considerados exportaciones de bienes, sino exportaciones de servicios de transformación que no incluían el costo de la materia prima.

Cambio de manual

El BCCR recalculó la serie histórica de exportaciones de bienes con este nuevo manual y así los chips desaparecieron de las bases de datos públicas del BCCR y dejaron de ser exportaciones de bienes. Esto explicaría, en parte, por qué el periodista de la nota publicada en La Nación no mencionó las exportaciones de chips de Intel en el 2024.

Durante los años 2015 y 2020, y de acuerdo con los datos del ITA, EE. UU. mantuvo un superávit comercial con Costa Rica de $1.273 millones, en promedio, por año (déficit comercial del mismo monto para Costa Rica). En ese período, las importaciones de dispositivos médicos desde Costa Rica fueron los productos más importantes, con un promedio del 48% del valor total promedio importado en esos seis años. En el año 2021, Intel reabrió su planta de ensamble y prueba de chips en el país, invirtiendo cerca de $900 millones.

Esa reapertura respondió a la fuerte escasez de chips provocada por la interrupción de las cadenas globales de abastecimiento iniciada en la pandemia. Durante los años 2021 y 2023, y según datos del ITA, Costa Rica mantuvo un superávit comercial promedio con EE. UU. de $168 millones por año. En ese periodo los productos más importantes importados desde Costa Rica fueron los dispositivos médicos con un 45% y los chips con un 8% del valor total promedio importado en esos tres años.

A pesar de que no estarán, por ahora, las exportaciones de chips en las estadísticas oficiales del BCCR, en el 2023 EE. UU. declaró que importó $1.098 millones en chips desde Costa Rica, volviendo de nuevo a convertir al país en un actor importante de provisión cercana en operaciones de alta tecnología de semiconductores en América Latina.

sandro.zolezzi@outlook.com

Sandro Zolezzi es investigador asociado a la LEAD University y miembro de la Academia de Centroamérica.

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