EEUU investiga sobre prácticas "anticompentencia" de China en el mercado de semiconductores
El gobierno de Estados Unidos anunció el lunes que lanzó una investigación para determinar en qué medida China usa "medios anticompetitivos y antimercado" en la industria de los semiconductores con el objetivo de "dominar el mercado mundial".
"Cerca de dos tercios de los productos estadounidenses contienen chips provenientes de la China, es preocupante. Pekín busca dominar el mercado y ante los métodos utilizados nosotros vemos a las empresas dudando de venir a invertir en Estados Unidos", denunció la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, durante una conferencia de prensa telefónica.
La investigación, que será realizada por la oficina del representante para el comercio de la Casa Blanca (USTR), debe determinar si China creó "una dependencia peligrosa en la cadena de suministro" de semiconductores, con las políticas aplicadas por Pekín en el área.
Estados Unidos teme que las políticas chinas debiliten "la competitividad de las empresas y los trabajadores estadounidenses, las cadenas de suministros esenciales para Estados Unidos y la seguridad económica del país", precisó la USTR.
El tema es esencial para el gobierno estadounidense cuando intenta relanzar la producción de semiconductores a través de la ley Chips, que prevé subvenciones de hasta 52.000 millones de dólares para respaldar proyectos de implementación de fábricas en el país.
"Los elementos indican que China aplica una política que le permite dominar el sector, al permitir que sus empresas desarrollen rápidamente la capacidad de producción y ofrezcan precios artificialmente bajos que amenazan y potencialmente eliminan la competencia", detalló la representante de USTR, Katherine Tai, igualmente durante una conferencia de prensa telefónica.
La investigación se concentrará en los semiconductores "maduros", que equipan una amplia gama de productos desde equipos médicos hasta redes de comunicación y autos.
La investigación se abrirá al público a partir del 6 de enero por un periodo de 90 días y, por lo tanto, deberá ser continuada por el nuevo presidente Donald Trump, que asumirá el 20 de ese mes.
En los últimos años, Estados Unidos ha tomado una serie de medidas que restringe el acceso de las empresas chinas a los semiconductores de punta así como a los equipos necesarios para su fabricación, al obstaculizar la capacidad de China para adquirir y producir tecnologías necesarias para su modernización militar.
Una política fuertemente denunciada por Pekín, que acusa a Washington de "politizar las cuestiones comerciales y tecnológicas".
A inicios de diciembre, China tomó medidas en represalia, incluida la prohibición de exportaciones hacia Estados Unidos de metales raros como el galio y el germanio, necesarios para la fabricación de semiconductores.
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