La tregua de Navidad en la Primera Guerra Mundial cumple 110 años
Uno de los sucesos más impactantes que marcaron la Primera Guerra Mundial, fue La Tregua de Navidad, un alto al fuego no oficial pactado por soldados alemanes y británicos el 25 de diciembre de 1914, donde un balón de futbol fue testigo de fraternidad entre enemigos, aunque fuera por unas horas.Esta historia cumple hoy 110 años y ha sobrevivido al tiempo gracias al significado de paz que aquellos jóvenes le dieron al mundo, al salir de sus trincheras, en medio de la guerra para darse la mano, intercambiar regalos como cigarros, pipas, barras de chocolate, vino, coñac, tarjetas, botones, entre otras cosas.Transcurrían los primeros meses de la llamada Gran Guerra, el imperio alemán y las tropas británicas se batían en el frente, en la llamada "tierra de nadie", es decir, Ypres, Bélgica.La temperatura descendía hasta los nueve grados bajo cero, había lluvias, enfermedades mortales originadas por el clima, lo que se convirtió en el peor enemigo dentro de la Primera Guerra Mundial.Esto generó cansancio y fastidio en los soldados de ambos bandos al exponer su vida bajo condiciones extremas, pero en aquella Nochebuena, los alemanes improvisaron árboles iluminados en los parapetos de las trincheras e incluso cantaron villancicos que sustituyeron el ruido de las balas, algo que los británicos replicaron desde su lugar y en su idioma.La promesa de no dispararLa atmósfera generada en el frente occidental hizo que en el día de Navidad se prometieran entre ellos "si no disparan, nosotros no disparamos", se lee en el libro Silent Night de Stanley Weintraub.Había alemanes y británicos riendo, platicando, intercambiando esos regalos que muchos guardaron y a la fecha están exhibidos en museos o han sido subastados, como cartas a lápiz de quienes tenían en común no encontrar la muerte."Cada acre de terreno útil para el juego existente entre las dos líneas de trincheras fue ocupado por el futbol”, publicó el Manchester Guardian el 26 de diciembre. En aquel partido lo de menos era el marcador, pero se documentó que los alemanes ganaron 3-2 y hubo júbilo y festejo compartido con los aliados.Muchos de los jóvenes que participaron en dicha guerra tenían el gusto por el futbol; las ligas de Italia, Alemania, Francia, Inglaterra, Bélgica, Dinamarca, Rumania y Checoslovaquia, entre otras, se detuvieron por mucho tiempoPruebas del acontecimientoLa colección de Imperial War Museum (Museo Militar Británico) cuenta con fotografías, cartas y entrevistas que cuentan la historia real de la Tregua de Navidad, pues con el paso del tiempo se ha convertido en un mito para algunos, pero los escritos de aquellos soldados sostienen la autenticidad de aquel milagro navideño en la Primera Guerra Mundial."Nadie quería seguir con la guerra", relató Weintraub en su libro, pero los superiores sí deseaban continuar, y amenazaron con castigar a quien no siguiera las órdenes. Con el año nuevo, aliados y alemanes "reanudaron su actividad", dice el historiador, pero en sus cartas y diarios, los soldados reflejaron el cálido recuerdo de la tregua, "qué maravilloso", escribió un combatiente alemán, "y qué extraño al mismo tiempo". La guerra terminó en noviembre de 1918.Aquel acontecimiento está plasmado en la historia de la guerra, del futbol y de la humanidad, como recordatorio de que este puñado de hombres encontraron la paz al dejar a un lado las armas y tomar un balón de futbol.FCM