El golpe a una trama con epicentro en Galicia incauta 270 toneladas de pescado y marisco en mal estado
La alerta la dio una conocida cadena de supermercados: sus servicios jurídicos avisaron a las autoridades de que habían detectado que se habían reintroducido en el mercado pescados y mariscos congelados dados de baja para el consumo humano tras un accidente de tráfico que comprometió su cadena del frío. Era solamente la punta del iceberg de una trama con epicentro en la provincia de Pontevedra: la Guardia Civil investiga a un total de 13 individuos vinculados con empresas logísticas y ha intervenido 270 toneladas de productos del mar. Todos ellos están investigados por los presuntos delitos de estafa, falsedad documental y contra la salud pública. La investigación la inició el pasado mes de febrero la Unidad de Protección de la Naturaleza (Uprona) de la Guardia Civil de Pontevedra. Tras la denuncia de la cadena de supermercados, los investigadores se centraron en localizar aquella mercancía que se malogró en el accidente y que había sustraído la empresa logística. Parte de esos productos, según ha informado este sábado la Guardia Civil, fueron localizados entre Pontevedra y Madrid. Los agentes intervinieron un total de cinco naves logísticas de almacenamiento de frío localizadas en cinco municipios pontevedreses. Según han explicado a ABC fuentes de la Guardia Civil, están localizadas en Vigo, Vilagarcía de Arousa, A Guarda, Bueu y Ponteareas. Allí, con la colaboración de técnicos del Servicio Galego de Saúde (Sergas), se inmovilizaron varias partidas de mariscos, cefalópodos y pescados. También detectaron otras irregularidades que no están relacionadas con la denuncia inicial. Los investigadores confirmaron lo que ya sospechaban: muchos de los lotes intervenidos habían sido manipulados para modificar su trazabilidad y ser reintroducidos en el mercado pese a que por diferentes circunstancias no contaban ya con todos los requerimientos necesarios para ello. Algunas de esas mercancías, por ejemplo, habían sobrepasado su fecha de consumo preferente y otras procedían de accidentes declarados a diversas compañías aseguradoras. Además, tirando del hilo, los investigadores llegaron a Valencia. En colaboración con la Generalitat Valenciana, la Guardia Civil hizo inspecciones en esa Comunidad Autónoma e incautó 128 toneladas más de productos congelados que presentaban graves irregularidades, desde mala conservación a etiquetas falsificadas. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha emitido hasta tres alertas sanitarias relacionadas con la trazabilidad y el mal etiquetado de los productos manipulados por esta trama. Estos productos se comercializaban en distintos establecimientos de España, pero también de Alemania y Holanda.