Bailar bajo la nieve
Es curiosa la manera que tienen de envejecer las cosas. Ni más ni menos que como uno mismo. Era bastante joven cuando fui al cine a ver Eduardo Manostijeras. La película de Burton me conmovió aquella primera vez. Aún quedaba mucho tiempo para que Depp se convirtiera en el sinvergüenza Jack Sparrow, y aún más para que conociéramos sus turbulentos episodios de alcoba con su exmujer. De manera que lo más impactante de la película era la ternura del personaje, y en el plano puramente estético, claro, el retorcido diseño goticista 'marca de la casa' de Burton, en contraste con los tonos chicle del colorido suburbio norteamericano asociado a la falsa felicidad de la perfecta american way of life. Zapeando... Ver Más