Impago de tarjetas de crédito en EU alcanza niveles de 2010
El incumplimiento de pagos de los préstamos con tarjetas de crédito en Estados Unidos alcanzaron el nivel más alto desde la crisis financiera de 2008, en una señal de que la salud financiera de los consumidores de bajos ingresos está decayendo después de años de alta inflación.Las entidades acreedoras de tarjetas de crédito amortizaron 46 mil millones de dólares en saldos de préstamos seriamente incobrables en los primeros nueve meses de este año, 50 por ciento más que en el mismo periodo del año anterior y el nivel más alto en 14 años, según datos de la industria recopilados por BankRegData. Las cancelaciones, que se producen cuando las entidades de crédito deciden que es poco probable que un solicitante de crédito cumpla con sus deudas, son una medida que se observa con atención de la grave situación de los préstamos.“Los hogares de altos ingresos están bien, pero el tercio inferior de los consumidores estadunidenses agotaron su dinero”, dijo Mark Zandi, director de Moody’s Analytics. “Su tasa de ahorro en este momento es cero”.El marcado aumento del incumplimiento de pagos es una señal de que las finanzas personales de los consumidores se ven cada vez más tensas después de años de alta inflación y de que la Fed dejó los costos de endeudamiento en niveles elevados.Los bancos todavía no publican sus cifras del cuarto trimestre, pero las primeras señales son que cada vez más consumidores se quedan rezagados en el pago de sus deudas. Capital One, la tercera entidad de crédito en tarjetas más grande de EU, después de JP Morgan Chase y Citigroup, informó que en noviembre su tasa anualizada de amortización de plásticos, que es el porcentaje de sus préstamos generales que están marcados como irrecuperables, alcanzó 6.1 por ciento, frente a 5.2 por ciento de hace un año.“El poder adquisitivo de los consumidores disminuyó”, dijo Odysseas Papadimitriou, director de la firma de investigación de crédito al consumidor WalletHub.Los consumidores estadunidenses salieron de los confinamientos de la era de la pandemia repletos de efectivo y dispuestos a gastar. Las entidades de tarjetas de crédito estuvieron encantados de ayudar, y registraron a clientes que posiblemente no hubieran calificado en el pasado en función de sus ingresos, pero que parecían deudores seguros porque sus cuentas bancarias estaban repletas de efectivo.Los saldos de las tarjetas de crédito se dispararon, aumentando en un total de 270 mil millones de dólares en 2022 y 2023, y elevando el total del monto que deben los consumidores estadunidenses en tarjetas de crédito por encima del billón de dólares por primera vez a mediados de 2023.Ese gasto, junto con los cuellos de botella en la cadena de suministro inducidos por el coronavirus, provocó un estallido de inflación, algo que llevó a la Fed a aumentar las tasas de interés a partir de 2022.Los saldos y las tasas de interés más altos dejaron a los estadunidenses que no pueden pagar el saldo total de tarjetas de crédito pagando 170 mil millones de dólares en intereses en los últimos 12 meses que terminaron en septiembre.Eso absorbió una parte del exceso de efectivo que había en las cuentas bancarias de los consumidores, en particular las de los de bajos ingresos, y, como resultado, más de esos solicitantes de crédito tienen dificultades para pagar sus tarjetas de crédito.Las esperanzas de que el banco central estadunidense recorte rápidamente las tasas de interés en 2025 después de los recortes de este año se desvanecieron la semana pasada, cuando los funcionarios predijeron solamente medio punto porcentual de recortes de tasas el próximo año, en comparación con un pronóstico de 1 punto porcentual tres meses antes.En una señal de cómo los consumidores tienen dificultades, incluso después de que se cancelaron casi 60 mil millones de dólares de la deuda de tarjetas de crédito de consumo en el último año, hay otros 37 mil millones de dólares que permanecen en las tarjetas de los consumidores que tienen al menos un mes de retraso.Las tasas de morosidad de las tarjetas de crédito, que se consideran un precursor de las amortizaciones, alcanzaron su punto máximo en julio, según datos de Moody's, pero solamente disminuyeron ligeramente y se mantienen casi un punto porcentual más altas del que era su promedio en el año anterior a la pandemia.“Las morosidades apuntan a más dolor en el futuro”, dijo Papadimitriou de WalletHub.La amenaza de Donald Trump de aranceles de amplio alcance, que podrían aumentar la inflación y las tasas de interés, serían “dos cosas problemáticas para el consumidor en 2025”, agregó.