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Las tragedias aéreas que enlutaron a Corea del Sur

Corea del Sur declaró luto nacional por la tragedia de Jeju Air registrada el 29 de diciembre, cuando el Boeing 737-800 que traía a 181 pasajeros (seis de la tripulación) de Bangkok, Tailandia, colisionó contra un muro perimetral del aeropuerto de Muan. Las cifras fueron devastadoras: 179 muertos, la mayoría de nacionalidad coreana y dos tailandeses. Gran parte eran adultos, aunque en el listado de víctimas difundido por la prensa local se incluía a niños desde los 3 años, así como adolescentes. Sólo hubo dos sobrevivientes.Además de las investigaciones para dar con la causa del mortal accidente, el presidente interino Choi Sang-Mok ordenó llevar a cabo una inspección de seguridad urgente a todas las operaciones aéreas del país a fin de evitar futuras incidencias.Jeju Air, fundada en 2005, es una de las aerolíneas de bajo costo más populares de la nación. Nunca había registrado un percance de tal magnitud. “Me perdono con todos los que habían confiado en Jeju Air. Les externo mis sinceras disculpas y condolencias a quienes perdieron la vida en el accidente y a sus familias”, externó su CEO, Kim E-Bae, en conferencia de prensa.Lee Jeong-Hyun, jefe de bomberos de Muan, señaló que el tren de aterrizaje habría fallado trasel choque de un pájarocon la aeronave. Y es que según los reportes, el capitán emitió la señal de mayday un minuto después de recibir la alerta por colisión aviaria. Sin embargo, nada pudo evitar la que se convirtió en la tercera tragedia aérea más mortífera de la historia de Corea del Sur. ¿Cuáles han sido las otras dos?Tragedia en el paraísoEl capitán Park Young-Chul se alistaba para volar de Corea del Sur a Dubái, Emiratos Árabes. Sin embargo, no cumplía con las horas de descanso mínimas que requiere aquel viaje de aproximadamente 10 horas, por lo que fue reasignado al vuelo 801 de Korean Air con destino a Guam.Las playas turquesas y el clima tropical hacen de dicha Isla, territorio de Estados Unidos (EU), uno de los atractivos turísticos más populares entre los surcoreanos para vacacionar e incluso ir de luna de miel. La única manera de acceder al paraíso del Pacífico Occidental es vía aérea, haciéndose desde Corea del Sur tan sólo 4 horas. Así, Young-Chul llevaría al Boeing 747-300 de Korean Air para despegar con rumbo a la Isla de Guam el 6 de agosto de 1997; una temporada que se caracteriza por las intensas lluvias e incluso tifones. Pese a ello, al piloto lo respaldaba un premio de seguridad de vuelo otorgado poco antes por estabilizar una falla de motor de la misma aeronave.El vuelo 801 partió del aeropuerto de Seúl con 237 pasajeros y 17 miembros de la tripulación a bordo. Las condiciones meteorológicas en la isla eran desfavorables, pues se reportaba una intensa tormenta. A las 01:00 horas (hora de Guam) la aeronave inició su aproximación con visibilidad casi nula para el piloto y copiloto, Song Kyung-Ho. El controlador de vuelo aprobó el inicio del descenso advirtiendo que el Sistema de Aterrizaje Instrumental (ILS) estaba inhabilitado, no obstante los dos al mando confiaron que la visión mejoraría tan pronto se acercaran al piso.El capitán intentó desviar la aeronave para evitar la tormenta, aunque no tuvo éxito alguno. Minutos después Park alcanzó a divisar una luz de aproximación al aeropuerto, la cual, según su experiencia y entrenamiento, indicaba el inicio de la pista. Ante ello continuaron el descenso y desplegaron el tren de aterrizaje, mientras los radares del aeronave indicaban la aproximación al suelo. La pista aún seguía sin verse, por lo que minutos después Song propuso abortar la misión, pero para cuando Park lo aprobó, ya era demasiado tarde.El vuelo 801 de Korean Air impactó contra unas laderas de Nimitz Hill a cinco kilómetros del aeropuerto, matando a 223 personas en el lugar. En tanto 31 más fueron rescatadas con quemaduras y fracturas, pero la gravedad de éstas cobraron la vida de varios más. Al final, la cifra ascendió a 229 víctimas mortales y sólo 25 sobrevivientes.Las investigaciones arrojaron que la catástrofe derivó de un conjunto de factores entre el mal clima, fallas en el sistema de navegación, errores del piloto y entrenamiento inadecuado— respecto a este último, debido a que los simuladoresinstruían a los pilotos que la luz vislumbrada por Park marcan el inicio inmediato de la pista de aterrizaje—. La ruta Corea del Sur-Guam de Korean Air fue suspendida por más de 4 años y se reanudó en el 2001. En tanto un año después, en agosto de 1998, se inauguró un monumento en memoria de las víctimas del fatal accidente. La Masacre de Korean AirEra el 2 de septiembre de 1983. El presidente de EU, Ronald Reagan, descendió del avión presidencial de la mano de su esposa, Nancy, y se dirigió a un atril colocado a pocos metros. Ahí condenó el “acto barbárico” que la Unión Soviética (URSS) había cometido contra un vuelo comercial: “Este evento golpea la sensibilidad de cualquiera en todo el mundo”. Se trataba del desplome del vuelo 007 de Korean Air que viajaba hacia Corea del Sur proveniente de Nueva York— posteriormente bautizado como “la masacre de Korean Air”—. Dicho evento aumentó la tensión de la entonces Guerra Fría, convirtiéndose en uno de los actos más graves de esa época. “No había justificación alguna, ya sea legal o moral, de lo que los soviéticos hicieron”, remarcó Reagan en otro mensaje.La condena de ReaganPero más allá de las implicaciones políticas, el desplome del Boeing 747-200 de Korean Air derivó en la muerte de 246 pasajeros (entre estadounidenses, surcoreanos, japoneses, taiwaneses y de otras cinco nacionalidades) y 23 miembros de la tripulación.La enorme aeronave despegó de la ciudad de Nueva York el 31 de agosto de 1983 y, tras hacer escala en Alaska, a las 05:00 horas del 1 de septiembre emprendió el vuelo de 18 horas con destino al aeropuerto internacional de Gimpo, Corea del Sur. Habían pasado casi 11 horas desde que salió del territorio neoyorquino. Volaban sobre el mar de Japón, cuando se enfrentaron a fuertes rachas de viento que los llevaron a aumentar la altitud para ahorrar combustible. La torre de control de Tokio aprobó la petición, pero fue cuestión de minutos para que el avión comenzara a caer en picada y desapareciera de los radares.Nadie sabía qué había pasado con el vuelo 007, hasta que surgieron las primeras versiones en las cuales se señaló a la URSS de disparar misiles alBoeing 747-200 desde un avión de combate. La Unión Soviética admitió su responsabilidad, afirmando desconocer que el avión era de carácter civil y no de espionaje como creían en un inicio. Según el recuento de los hechos, dos aeronaves cazas Sukhoi SU-15 interceptaron al Korean Air y detonaron disparos de advertencia, los cuales pasaron desapercibidos. Fue en ese momento cuando el copiloto Song Dong-Hui solicitó cambiar de altitud, lo cual fue interpretado por los soviéticos como una maniobra evasiva y prosiguieron a derribarlo con dos misiles que impactaron en la cola y el fuselaje del 747. La aeronave se desintegró y cayó en picada hacia en el mar al oeste de la isla Moneron.La catástrofe intensificó las fricciones entre EU y la URSS, quienes empezaron una carrera por hallar la caja negra del KAL 007; la cual fue hallada y resguardada por los soviéticos desde octubre de 1983 hasta 1992 cuando Rusia finalmente entregó el material descifrado. Antes de ello, las investigaciones avanzaban a pasos lentos. Cabe señalar que el norteamericano admitió haber introducido un avión espía a territorio soviético, el cual se retiró justo en el momento que el surcoreano entró al espacio aéreo por error de Dong-Hui y el capitán Chung Bung (esto último corroborado con la información de las cajas negras). Esto provocó una confusión que le costó la vida a 269 personas.Y es que, tras salir de Alaska, los surcoreanos establecieron en el piloto automático una ruta distinta al trayecto que debían haber transitado para evitar entrar en el espacio aéreo soviético. La URSS aseguró haber alertado por radio al Korean Air antes de derribarlo, sin embargo no hubo registro de dichos llamados. ASG​

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