Las chuches de la droga: la Policía alerta de la venta sin control de gominolas con cannabis
El anuncio de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, de impulsar una ley contra el consumo ilegal de productos cannábicos es una idea que lleva tiempo rondando las cabezas. Investigadores dedicados a la lucha contra el tráfico de drogas advierten a ABC de que es cada vez más fácil que cualquier persona pueda comprar gominolas con esta sustancia no solo en internet, sino en comercios a pie de calle. Y, entre sus consumidores, hay menores de edad. Esta primavera, una mujer de avanzada edad encontró una bolsa con este tipo de chucherías sobre un banco en Móstoles. La Consejería de Sanidad detectó en muy poco tiempo dos casos de intoxicaciones por motivos de esta índole. Y la Policía Nacional no está al margen de lo que ocurre. «Las personas perjudicadas no lo son como si se fumasen un porro, sino peor, porque hay partes de las gominolas que tienen un THC muy alto, los rocían con grandes cantidades», explica un experto agente. El THC no es otra cosa que el tetrahidrocannabinol, que en la práctica es la concentración de esta sustancia tóxica, un producto químico que libera dopamina y da sensación de euforia. Hasta no hace mucho, el porcentaje admitido en productos cannábicos de venta al público era del 0,2%, pero ha sido elevado al 0,3%. Pues bien, tanto por internet como en algunas de las llamadas 'green' o 'grow shops' es fácil encontrar productos comestibles con un 12,5% y hasta un 15% de THC. Y poco o nada se hace contra ello. Circulan con total impunidad como si tuvieran efectos sedantes y medicinales. Con anuncios de este tipo: «Nuestras gominolas CBD THC son potentes y requieren un consumo sensato. No se puede tomar un caramelo de THC como si fuera un paquete de Dragibus. Recomendamos de 1 a 2 gominolas al día como máximo. Es mejor empezar con dosis pequeñas e ir ajustándolas según se sienta». Por si acaso, en esa misma web, aclaran: «En Europa, la venta de productos con THC varía de un país a otro, sobre todo en lo que respecta a sus niveles y a su uso recreativo o medicinal. En algunos países, el cannabis está legalizado y a la venta en dispensarios o 'coffee shops' especializados». Lo que no aclaran es que ese no es el caso de España. Si bien, «se dan sobre todo por Europa», explican fuentes policiales, «elproblema es que hay una permisividad en la sociedad, sin tener en cuenta el montón de problemas psiquiátricos que generan, por ejemplo en la adolescencia». No son solo las gominolas, sino los vapeadores que se cargan con estos cannábicos, otro de los caballos de batalla de le legislación autonómica que quiere sacar adelante la Comunidad de Madrid. «Estos productos llegan preparados desde otros países, normalmente del Norte de Europa, Holanda, Polonía... Y se comercian en las tiendas especializadas con productos para el cultivo de marihuana. Es más, la feria más grande del mundo de este tipo de cosas se celebra en Cataluña. En España, somos los mayores productores de marihuana en el continente y los mayores importadores de hachís, que viene de Marruecos. Hay muchísima demanda», señalan nuestros informantes.