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Los jóvenes pilotos sauditas aprovechan para aprender en el Rally Dakar

Nada más bajarse del buggy y con el mono todavía cubierto por una capa de arena, la joven saudita Merryhan Albaz se pinta los labios de rojo y enciende un cigarrillo: en el campamento del Rally Dakar-2025, una nueva generación de pilotos locales escribe su propia historia.

De manera paralela a la competición oficial, que por sexto año se disputa en el desierto de Arabia Saudita, el célebre rally de aventura organiza por primera vez un programa de formación para diez jóvenes pilotos sauditas, llamado 'Saudi Next Gen'.

Esta iniciativa, de alto valor simbólico, se enmarca dentro de la apuesta de abrir este reino ultraconservador al mundo a través del deporte, algo que se ha reflejado en diversas aperturas en cuestiones sociales con el respaldo del nuevo príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, de 39 años.

"El 63% de la población saudita tiene menos de 30 años y el príncipe heredero quiere tener el apoyo de la juventud; es clave para legitimar el régimen. Y el deporte es muy popular entre los jóvenes", explica a la AFP el profesor de la Universidad Georgetown de Catar Danyel Reiche.

- Soñando con 2026 -

En el vivac del Dakar, cinco equipos de dos personas (piloto y copiloto) están disfrutando de una semana de 'coaching'.

Son ocho hombres y dos mujeres, que participan sin velo. Han sido seleccionados por la Federación Automovilística Saudita y en juego está una plaza para el Dakar-2026, destinada a la pareja más prometedora.

"Siempre me habían dicho que no podía participar en el Rally Dakar. Que es peligroso y que es algo todavía más difícil para nosotras, las mujeres", cuenta a la AFP Merryhan Albaz, una 'influencer' de 32 años apasionada por los deportes de motor.

Son las ocho de la mañana en el desierto cerca de Bisha (sudoeste del país).

En mitad de un terreno pedregoso y con arbustos llenos de espinas, el entrenador Edo Mossi dirige a sus pupilos para realizar un recorrido de 26 kilómetros. Los cinco SSV [un vehículo a medio camino entre un quad y un coche] van saliendo, a intervalos de tres minutos de diferencia.

Los jóvenes alumnos no lo saben, pero ese día su impasible entrenador se está preocupando poco de su forma de pilotar.

El italiano de 44 años está más centrado en su actitud general, en cómo preparan el vehículo, en su capacidad para anticiparse a posibles problemas y en su forma de comunicarse con el mecánico que tienen asignado. Todos ellos elementos clave a su juicio para afrontar un Rally Dakar con garantías en un futuro.

- Permiso de conducir -

"Aquí, en los fines de semana, la gente sale con su 4x4, conduce por el desierto y van a hacer un pícnic, ese es su hábitat natural. Así que ver a gente local compitiendo a un alto nivel es una bonita historia", celebra Edo Mossi.

Como todas las mujeres sauditas, Merryhan Albaz no tuvo derecho a obtener el permiso de conducir hasta 2018. En 2020 tuvo lugar el primer rally exclusivamente femenino en Arabia Saudita y esta joven de Yedá no dudó en participar en él.

En una sociedad conservadora y donde los deportes de motor forman parte de un entorno fuertemente masculino, ser una mujer en un rally atrae inevitablemente las miradas.

"Un hombre puede cometer cualquier error, nadie le dirá nada. Pero para una mujer, cualquier pequeña cosa será utilizada en su contra. Así que tienes que tener arrojo tanto emocional como físicamente", cuenta a su regreso del entrenamiento.

- Promoción del deporte -

Más allá de la visibilidad internacional, Riad busca a través del deporte la diversificiación de una economía hasta ahora dependiente del petróleo, así como difundir la práctica del deporte entre la población local, que cuenta con un 40% de obesos entre sus adultos.

Según las cifras del fondo soberano saudita, la contribución de la industria del deporte al PIB nacional representó en 2024 un total de 6.900 millones de dólares, casi el triple que en 2016 (2.400 millones).

Este país de 35 millones de habitantes invierte anualmente 2.000 millones de dólares en el sector del deporte.

Para ser representados en las competiciones, "Catar y Emiratos (Árabes Unidos) han nacionalizado a deportistas", recuerda el profesor Reiche, especialista del deporte en Oriente Medio.

"Parece ser que Arabia Saudita quiere formar a sus propios deportistas. Llevará su tiempo, al menos una década, antes de que sean competitivos a nivel internacional", añade.

En este grupo de los 'Saudi Next Gen' está Hamza Bakhashab, que a sus 21 años tiene una doble ambición: ser campeón del mundo de rallies de aventura y ganar el Dakar.

"Estaré preparado el próximo año. Tengo que mejorar en la forma física, en la resistencia, pero el pilotaje está ahí", afirma este hijo de un expiloto de carreras, con la ilusión de un joven que tiene todo el futuro por delante.

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