San Roque, concentrado exprés
Los obsesionados con el cumplimiento del precepto dominical de la manera más rápida posible habrían dado palmas con las orejas en la misa de la parroquia de San Roque: del canto de entrada a la despedida final, 27 minutos de reloj. Y hasta hubo tiempo para una homilía enjundiosa de siete minutos a lo sumo y para la comunión general, como se estilaba decir en otro tiempo, algo desordenada con filas de comulgantes moviéndose en todas direcciones. El autor del prodigio es el vicario parroquial, Juan Pablo Domínguez Teba, cuya historia personal de superación es muy inspiradora, aunque no venga al caso. Él y los tres servidores del altar (el sacristán y dos chiquillas de trigueños cabellos) cuya coreografía y... Ver Más