¡Del presidente Trump al escuchar a Barron!
Escuchar a nuestros hijos puede ser una suerte de acción purificadora hacia nosotros mismos. Ellos son, en no pocas ocasiones, jueces de lo que tenemos como reto aprender. Generaciones que, al aportarnos sus propias experiencias, se convierten en algo así como nuestra propia, rejuvenecida y actualizada voz interior.
No es un secreto que la situación del sistema migratorio de muchos países ha estado sufriendo fuertes embates debido a una prolongada crisis mundial de desplazados. Por distintas causas, todas se unifican en un solo deseo: ¡lograr una vida mejor! Para la propia familia que emigra, para la que queda en casa a la espera de las remesas que les permitan subsistir, o para la que permanece con ansias de también emigrar.
En un artículo de una colega de estos menesteres, Daniella Bejarano, leí este 20 de junio de 2025 (ABC de España) lo que se nos presentaba como información sobre los logros del hijo del presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump: “Barron Trump, hijo menor de Donald Trump, se hace con 40 millones con las criptomonedas a los 19 años”. Se afirma en dicha publicación que: “su vínculo con su padre se ha fortalecido en los últimos años, tanto en lo personal como en lo profesional”.
En este, mi artículo sabatino en El Nacional, escrito precisamente el viernes 20 de junio, reflexioné sobre otras ganancias o tesoros mayores que el financiero, y es lo que compartiré con ustedes. Me quiero referir a la unión familiar y a la información que circuló de manera viral sobre una supuesta declaración por redes sociales atribuida a Barron Trump, en relación a su desacuerdo con la forma represiva de la acción del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (con siglas en inglés, ICE), el cual ha estado acometiendo violentos arrestos y deportaciones exprés de miles de migrantes en los Estados Unidos. Esto ha traído desunión a familias de origen principalmente hispano, con larga permanencia y tradición de esfuerzo laboral en territorio norteamericano, que están confrontando hoy, más que nunca, una dolorosa pesadilla.
Bajo el signo de una acción salpicada de racismo hacia inmigrantes de origen hispano, se les ha estado sometiendo a una despiadada persecución en diversos escenarios, desde granjas donde se recogen cosechas agrícolas, hasta audiencias en Cortes de Inmigración, cuando son emboscados a las salidas de estas, después de que se les negara en tal instancia su permanencia en los Estados Unidos, siendo así arrestados para una inmediata deportación.
En el debate público sobre la pertinencia o no de tales acciones de deportación masiva de migrantes se hacen circular todo tipo de videos, entre ciertos y otros fake news. Por ejemplo, se atribuyó a Barron Trump el haberse manifestado en redes o haber hecho declaraciones públicas contrarias a su padre, en el sentido de considerar intolerable la separación de los hijos de sus padres debido a dichas deportaciones sin conciencia humanista, lo que desune familias que han crecido en tamaño y prosperidad a lo largo de años en los Estados Unidos. Esto sería una acción “injustificable”, según diría Barron.
El llamado zar de fronteras, Tom Homan, autoridad que el presidente Donald Trump designó para acometer acciones de corrección de la crisis fronteriza que encontró al llegar a su interrumpida segunda presidencia, ahora superada dicha crisis, se conformaría mucho más que con un reto de solución temporal para el término de su presidencia. Aquella que tienda a dar la estabilidad de solución permanente tan necesaria con una reforma migratoria integral de los Estados Unidos.
Pensando mucho más allá de un gasto de los 86 000 millones de dólares que Homan estimó con más que la duplicación de las 50 000 camas existentes de confinamiento para detenciones en los procesos de deportación, luego de haberse parado la locura del paso incontrolado de decenas de miles de migrantes que mes a mes ingresaban al territorio de Estados Unidos, trabajando junto a su Congreso de Representantes y Senadores, tendrían que asumir la responsabilidad también de apurar medidas de legislación transicional y definitiva para una muy importante y urgente reforma migratoria.
Es preciso asumir ya las reales dimensiones integrales que tiene este vital asunto, el cual tiene varias subdimensiones, desde el intrínseco aspecto de su naturaleza humana de progreso socio-cultural como gran nación de naciones americana, hasta el fortalecimiento del origen hispano, que se ha estado fundiendo con las proporciones originales, llegando a ser una quinta parte de la población de los Estados Unidos, con un 19.1% del total según el censo de 2022; es decir, más de 63.7 millones de personas.
Seguro es que el presidente Donald J. Trump quiere de veras resolver de forma estructural y estable el problema migratorio de los Estados Unidos, junto a otros serios asuntos de la economía, la seguridad y la defensa de los Estados Unidos. Para ello nos tiene a los hispanos aún a su favor. Optimizar resultados y escuchar a Barron, que según sus propias palabras nos hizo saber: “Es brillante. Tiene ideas nuevas, ve oportunidades que a nosotros nos pasan por alto. Lo escucho mucho más de lo que la gente piensa”.
Las anteriores palabras del presidente Trump podrían ser de gran utilidad a la hora de decidirse a darle vida a las innovadoras soluciones migratorias, para que todos podamos escuchar a Barron y ver las oportunidades de nuestro concurso en la acometida de tales soluciones.
Decidiéndose a llamarnos a la acción, presidente Donald J. Trump, usted tendrá nuestra segura determinación, en unión a la de congresistas, sean o no hispanos, profesionales y activistas por la libertad que somos todos. Distintos presidentes de organizaciones de la sociedad civil que hacemos vida en la abrumadora sociedad honesta existente en los Estados Unidos de América.
Queremos ser parte desde ya de las mejores soluciones, contribuyendo decididamente, más que nunca antes, a emprender acciones conjuntas que nos lleven a soluciones finales. Después de tanto dejar pasar, dejar hacer, se ha hecho de la malignidad del cáncer un proceso de metástasis del narcoestado socialistoide. Practicantes de ese terrorismo de Estado que no solo sufrimos en Estados Unidos hoy, sino que nos aplasta en la vergüenza de la triste subyugación de personas y naciones enteras traficadas, como en Cuba, Nicaragua y Venezuela. Estas sí han sido, y son en sí, causa y raíz del fenómeno migratorio que sufrimos en América, de la cual podría ser usted, más que el rey al que se le acusa querer ser, el libertador.
catedrainternacionallibertad@
@gonzalezdelcas
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