Las huellas en la manilla de su último coche dejaron sin escapatoria al asesino de Elisa
El cadáver de Elisa Abruñedo apareció la noche del 1 de septiembre de 2013 muy cerca de su casa, en el lugar de Lavandeira, Cabanas (La Coruña). Los signos de violencia eran evidentes, y también que la víctima, una mujer de 46 años que había salido a caminar por las inmediaciones, había sido agredida sexualmente. Pero el caso, sin un autor identificado, parecía un callejón sin salida. En 2023, sin embargo, la Guardia Civil echó el lazo al asesino tras una paciente investigación. Las pistas que apuntaron hacia Roger Serafín Rodríguez, un cazador que entonces tenía 39 años, fueron su genotipo y su Citroën ZX. Pero las huellas en otro coche, el Renault Laguna que conducía diez años después, certificaron... Ver Más