Los enanos se crecen
El sainete en el que se ha convertido la basílica de la Macarena estos días forma parte ya de la historia más esperpéntica de la ciudad. La fallida restauración de la Virgen tiene un culpable por encima del resto, que es el hermano mayor, que lejos de asumir su responsabilidad ha dejado que dos miembros de su junta de gobierno carguen con toda la culpa y dimitan mientras continúa en el cargo. El capitán nunca puede abandonar su barco. Si hiciéramos la analogía con el Costa Concordia, Cabrero no es aquí el Schetino que salió huyendo, pero tampoco fue el Smith del Titanic, porque él se fue a pique con el buque agarrado al timón mientras Cabrero sigue ausente. La... Ver Más