Ciclista que correrá la Vuelta a Costa Rica predica desde el púlpito de una iglesia y en redes sociales
Luego de ganar el Tour de China en 2017, el sueño de convertirse en ciclista profesional parecía estar muy cerca para un joven oriundo de Cartago que se había marchado en silencio a Europa.
Sin embargo, contagiarse con el virus del Covid 19, en 2020, y sufrir una serie de enfermedades truncó el crecimiento personal del ciclista costarricense Kevin Rivera Serrano, debido a las secuelas producto del coronavirus.
La suerte parecía sonreírle de nuevo al corredor nacional tras reponerse en su salud y, en noviembre de 2021 y ser fichado por el equipo ruso Gazprom-RusVelo, categoría UCI ProTeam.
No obstante, la guerra entre Rusia y Ucrania, que inició en febrero de 2022, provocó la desintegración del equipo debido a las sanciones económicas impuestas sobre Rusia, por lo que Rivera tuvo que retornar al país para buscar un equipo con el cual continuar su carrera deportiva en Costa Rica.
Todas esas vivencias hicieron reflexionar al pedalista, quien, tras estudiar teología, sintió el llamado a promover la palabra de Dios y decidió, desde hace tres años, empezar a predicar, primero mediante las redes sociales y más tarde desde un púlpito en una iglesia en Cervantes de Cartago, junto a su esposa, Cecilia Guillén.
El corredor del equipo 7C Economy Hyundai, que se prepara para competir en la edición 59 de la Vuelta a Costa Rica Telecable 2025, a partir de este viernes 12 de diciembre, confesó que poco a poco encontró su vocación y, aunque el ciclismo le apasionaba, sintió el llamado de Dios para ayudar y darle esperanza a sus semejantes.
“Las enfermedades y todo lo que me sucedió en esos años siento que fueron como una prueba de Dios, que me quería jalar para este lado, para servirle y ayudar a las personas. Creo que si me hubiese quedado en Europa habría sido muy difícil empezar a predicar, pero aquí estoy muy feliz con mi equipo 7C Economy”, confesó Rivera.
Kevin Rivera: Entre el ciclismo y su amor a Dios
Kevin actualmente predica en redes sociales los martes y jueves, donde se conectan personas desde México, Chile, Guatemala y Costa Rica, con quienes comparte sus creencias. El resto de los días lo hace en su iglesia, junto a su esposa Cecilia Guillén, quien se encarga de la música en cada encuentro con las personas.
“Sin duda, el ciclismo es mi pasión, pero Dios me llamó para ayudar a las personas. El Señor lo quiso así. Hoy día he visto muchas vidas restauradas, personas que han transformado su vida con la ayuda de Dios, personas que pasaban por momentos difíciles”, aseguró Rivera.
Kevin afirma que Dios lo usa como un instrumento para darle esperanza a las personas que pasan por situaciones difíciles, porque al final solo Cristo es el camino que lleva a la eternidad.
Durante la Vuelta a Costa Rica, que inicia este viernes y concluye el domingo 21 de diciembre, tras 10 etapas y más de 1.500 kilómetros de recorrido, su iglesia quedará a cargo de su esposa y familiares, quienes continuarán brindando el mensaje a las personas. Él espera poder enlazarse en alguno de los días de competencia.
“El ciclismo es mi trabajo, pero servir a Dios lo hago de todo corazón para ayudar a las personas. Para mí es una bendición estar sirviendo en la iglesia. Es muy importante para mí contar con el apoyo de mi esposa y de toda mi familia. Aquí vamos para adelante”, manifestó Rivera.
Kevin es conocido por ser una persona seria, de pocas palabras y hasta un poco tímida, pero confesó que todo eso cambia cuando está predicando.
“Al principio fue un poco difícil, pero es como andar en bicicleta. Es cierto que una de las fobias más comunes de las personas es hablar en público. Los que me conocen saben que soy un poco calladillo, pero he aprendido a expresarme con la ayuda de Dios, a predicar y llevar un mensaje de esperanza sin estar nervioso”, declaró Rivera.