El PSOE se da unas «horas de prudencia» para actuar contra el presidente de la Diputación de Lugo

Cuando todavía no se acababan de sobreponer del 'caso Salazar' -las denuncias de trabajadoras de Moncloa que acusan al exasesor del presidente del Gobierno Francisco Salazar de acoso sexual- al PSOE se le abren nuevos frentes. Al ya conocido en Torremolinos, donde se ha expulsado al secretario general del partido en esta localidad tras abrir la Fiscalía diligencias por el mismo delito, se suma ahora la implicación del presidente de la Diputación de Lugo y alcalde de Monforte de Lemos, José Tomé, en unos hechos de similar consideración por su trato hacia las mujeres de su entorno. Tanto en Moncloa como en Ferraz no ocultan que la cuestión les está superando y piden una suerte de 'tiempo muerto', un «margen de tiempo» o «unas horas de prudencia» , tal como lo definen varias fuentes consultadas por ABC, para tratar de resolver otro espinoso asunto relacionado con la violencia machista que se ha ejercido desde núcleos de poder socialistas. «Todavía no está decidido», aciertan a señalar, cuando se les pregunta por la eventual salida de Tomé de sus cargos de responsabilidad o la entrega de su acta. Sería lo previsible, siguiendo la estela de Salazar, Antonio Navarro (Torremolinos) o de Antonio Hernández, la mano derecha de Salazar en Moncloa, a quien se cesó de su cargo en Moncloa el pasado domingo , tras trascender públicamente que había ejercido un papel de «encubridor» con los presuntos abusos de su superior en la Presidencia del Gobierno. Las fuentes consultadas se aferran a lo prematuro del momento para tomar ninguna decisión en caliente. «No tenemos acceso a las denuncias» , exponen en su descargo, aunque las fuentes consultadas confirman que la que se refiere a Tomé se «registró en la noche del pasado lunes». «El órgano [antiacoso] se puso a trabajar de inmediato», defienden, para explicar que ahora «hay que dejar que trabaje sin interferencias» . El órgano que opera en el PSOE permite la denuncia anónima, algo que genera «una especial complejidad», según reconocen desde la dirección socialistas. La necesaria velocidad en la respuesta choca con los tiempos del procedimiento interno. «Hay una investigación en curso» , aseguran fuentes socialistas, que piden ese margen para poder realizar «una mínima diligencia», que no se ha podido realizar hasta ahora, de manera que sea un proceso garantista. Sin embargo, ya se está produciendo un movimiento dentro del partido, enarbolado por las mujeres gallegas, para que deje ya su cargo. «No hay respuesta que no pase por la exigencia de dimisión inmediata a José Tomé de todos los cargos. Es imposible sostener esto un minuto más», asegura Laura Seara. «Ha de haber garantías jurídicas mínimas», defienden. Estas mismas fuentes apelan a la «especial sensibilidad» de estos casos y lamentan que solo horas después de que se presentara la denuncia, el lunes por la noche, ya hubiera preparado un programa especial sobre el tema, al día siguiente, en televisión. «No hagamos un Gran Hermano de esto», se quejan, asegurando que la gestión interna no puede verse atropellada por la inmediatez o el espectáculo. En el partido piden ese mínimo espacio de tiempo y de «prudencia» para indagar si las acusaciones son consistentes y si por parte del PSdG ha habido algún tipo de inacción o desconocimiento. La sensación que invade el partido es de colapso , los errores de gestión admitidos en público y en privado también le son achacados por los socios de coalición, conscientes del potencial desestabilizador que esta cuestión tiene para la izquierda y su desmovilización. Las fuentes socialistas consultadas se revuelven contra el miedo a que haya más casos y hacen una apelación a la denuncia. «Si hay más casos, que se denuncien. El canal está para ser utilizado», señalan, recordando que el problema no pueden ser las denuncias ni las víctimas, sino que se hayan producido este tipo de comportamientos en el seno del partido. «Tolerancia cero con esos comportamientos. Tenemos un canal único a diferencia de otros partidos. El machismo es un problema estructural, si el PP cree que no tiene ningún problema...», dicen, mirando al principal partido de la oposición, después de que Alberto Núñez Feijóo utilizara este tema en la última sesión de control al Gobierno antes del descanso navideño.