'Benjamin ha muerto', en la galería Elba Benítez: pensar en femenino con Dora García
Dora García convoca a tres grandes mujeres del mundo de la cultura del siglo XX –Asja Lacis (1891-1979), Carla Lonzi (1931-1982) y Alejandra Pizarnik (1936-1972)– conectadas por su vínculo con el filósofo Walter Benjamin , y pone a dialogar sus vidas y obras en un ejercicio teórico-plástico que seduce al espectador mediante diferentes vías. En los magníficos dibujos (grafito, tinta, guache) despliega toda una investigación donde mezcla la figuración simbólica (insectos, aves, signos del subconsciente) con momentos y nombres clave del siglo XX (a nivel artístico y socio-político) para entrelazarlas con hitos biográficos de las tres autoras y construir una historia común tentacular que se proyecta hacia el futuro y especula con sus infinitas posibilidades y coincidencias. Los 'Hopscotch' ('rayuelas', en referencia a la novela de Cortázar y sus saltos temporales) son esquemas biográficos, trazados en pintura blanca en el suelo, con fechas y lugares que habitaron las autoras. En el pasillo de la galería, la línea de vida de Pizarnik es sencilla e intimista, como su poesía. Solo tres ciudades relevantes: Rivne, París y Buenos Aires, dibujan un gesto simple cargado de densidad emocional. La escritora leyó a Benjamin y resonó con sus ideas sobre la melancolía, la modernidad o el valor del diario. El diagrama de Lonzi, crítica de arte y figura fundamental del feminismo italiano, se divide en dos núcleos fundamentales, el europeo (París, Lisboa y ciudades de Italia) y uno más puntual en EE.UU. En sus textos se aproximó a ciertas sensibilidades benjaminianas a través de su escritura fragmentaria, su uso del montaje o la negación política. Por último, el croquis de la directora de teatro Asja Lacis es caótico y ramificado, con centros en Riga, Berlín, Moscú… Moviéndose por toda Europa. Ella fue la única que conoció a Benjamin, fueron amantes y colaboraron juntos en la creación de un teatro experimental para niños proletarios. Cuando salió del internamiento en Kazajistán por revolucionaria, retomó el contacto con Bertold Brecht, quien le dio la noticia: Benjamin ha muerto. La afirmación es llevada a pared como parte de la famosa serie de Dora García de frases de oro que elevan las ideas a monumento y también es el nombre de la muestra. Funciona como 'clickbait', pero desfavorece el carácter feminista de la exposición: ella que tan bien sabe que «el título define la historia», podría haber priorizado a las protagonistas en el titular. En la obra 'Cartas del desencanto III', García reúne un libro de cada autora y extrae fragmentos que la interpelan para incorporarlos, a modo de cartas manuscritas acuareladas, dentro de los volúmenes. Son textos con un aire pesimista que apuntan a la decepción de una época pasada, todavía presente.