World News

Hugo Gutiérrez por reapertura de caso de tres miristas muertos en 1977: “Esta bomba fue puesta para que ellos murieran”

Desde 2006 se encontraba cerrada la causa que investiga la muerte de Sonia Valencia, Mario Romero y Germán Cuello, militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), a quienes el régimen sindicó como responsables de manipular explosivos destinados a alterar el desarrollo del plebiscito del 4 de enero de 1978 en las ciudades de La Serena y Coquimbo.

Los hechos ocurrieron el 30 de diciembre de 1977, en la localidad de Olivar Alto, región de Coquimbo, cuando la asistente social Sonia Valencia, su esposo, el ingeniero Mario Romero, y el profesor Germán Cuello, murieron producto de una explosión al interior de un inmueble.

La versión oficial difundida por los medios de la época sostenía que los tres miristas preparaban atentados explosivos para impedir la participación ciudadana en el plebiscito con el que la dictadura cívico-militar buscaba legitimarse ante la opinión pública nacional e internacional.

Sin embargo, nuevos antecedentes y testimonios apuntan a que se trató de un montaje de los organismos represivos del régimen, según explicó el abogado querellante, Hugo Gutiérrez.

Abogado de derechos humanos exhibe un escrito judicial tras reunirse con el ministro en visita en la Corte de Apelaciones de La Serena, en el marco de la reapertura de una causa por la muerte de tres militantes del MIR en 1977.

“Eso fue usado profusamente por la dictadura para instalar la idea de células terroristas que atentaban contra la estabilidad política del país, justo en la antesala de un plebiscito que buscaba validar el régimen, sostuvo el jurista.

A juicio de Gutiérrez, “esta bomba fue puesta para que ellos murieran”. Para fundamentar esa afirmación, el abogado enumeró varios elementos clave: Primero, Sonia Valencia tenía cinco meses de embarazo. Segundo, su hijo de tres años estaba al interior de la casa. Tercero, la supuesta mesa donde estaban los planos de La Serena y Coquimbo no sufrió daño alguno, pese a que ahí, según la versión oficial, se manipulaban explosivos”.

Otro antecedente relevante es que, al llegar Carabineros, la CNI y los equipos de emergencia, se informó que las tres personas estaban fallecidas. No obstante, un oficial de Carabineros declaró que al ingresar al lugar una de las víctimas aún estaba con vida, e incluso le habría pedido que lo matara.

Marcha de militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).
Fuente: Marcha del MIR. Disponible en Memoria Chilena, Biblioteca Nacional de

Asimismo, otros testimonios contradicen la versión de que las víctimas estuvieran manipulando dinamita, lo que sumado al resto de los antecedentes refuerza la tesis de un crimen ejecutado por un servicio de inteligencia, afirmó el penalista.

“Todos estos elementos nos llevan a la certeza de que nunca existió la manipulación de un explosivo, sino que fue una bomba instalada para provocar la muerte de estos tres jóvenes del MIR”, subrayó Gutiérrez.

La causa fue reabierta el pasado 11 de noviembre y quedó en manos del ministro en visita Sergio Troncoso Espinoza, quien este jueves se reunió con el abogado de derechos humanos en la Corte de Apelaciones de La Serena, con el objetivo de revisar los antecedentes y definir el curso de las diligencias destinadas a esclarecer los hechos ocurridos hace 48 años.

Читайте на сайте