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La mitad de los españoles se enfrenta a un obstáculo bancario que no deja de crecer

La relación de los ciudadanos con el dinero en efectivo atraviesa un momento crítico en España. Las transformaciones del sector bancario, la reducción de oficinas físicas y el cierre progresivo de cajeros automáticos están alterando los hábitos financieros de millones de personas. Esta tendencia, lejos de estabilizarse, se intensifica en 2025.

Según datos oficiales del Banco de España sobre la red bancaria y los servicios financieros, el número de sucursales continúa descendiendo de forma sostenida. Este contexto explica por qué cada vez más usuarios perciben barreras para acceder a su propio dinero en efectivo.

El dato clave se desprende de la cuarta edición del estudio Percepción y hábitos de los españoles respecto al sector bancario, elaborado por la fintech :contentReference[oaicite:1]{index=1}. El informe revela que el 51,7% de los españoles afirma haber tenido problemas para retirar o ingresar efectivo durante 2025, una cifra que triplica la registrada el año anterior.

Un problema que se extiende por todo el territorio

La dificultad para operar con efectivo ya no es exclusiva de pequeñas localidades. Aunque el fenómeno comenzó con mayor intensidad en áreas rurales, donde la despoblación aceleró el cierre de oficinas, ahora afecta también a barrios urbanos con alta densidad de población.

Cajeros insuficientes y horarios limitados

Entre los problemas más citados por los usuarios se encuentran la escasez de cajeros operativos, las largas distancias necesarias para encontrar uno disponible y las limitaciones horarias en oficinas que ya no ofrecen atención presencial continua. A esto se suma el aumento de cajeros fuera de servicio o con restricciones para determinadas operaciones.

Ingresar efectivo, una operación cada vez menos común

El estudio también destaca que ingresar dinero en efectivo se ha convertido en una tarea especialmente compleja. Muchas entidades concentran este servicio en oficinas concretas o exigen condiciones específicas, lo que dificulta la operativa diaria de autónomos, pequeños comercios y particulares.

El impacto social y económico del cambio bancario

La reducción del acceso al efectivo tiene consecuencias directas sobre la inclusión financiera. Personas mayores, ciudadanos con baja digitalización y colectivos vulnerables son los más afectados por un modelo que prioriza los canales digitales.

Brecha digital y exclusión financiera

Aunque la banca online crece de forma constante, una parte significativa de la población sigue dependiendo del efectivo. El informe de Nickel subraya que la falta de alternativas presenciales genera inseguridad y sensación de abandono en amplios sectores sociales.

Costes añadidos y pérdida de confianza

Otro factor relevante es el incremento de comisiones asociadas al uso de cajeros de otras entidades o a servicios considerados no esenciales. Esta situación provoca un aumento de los costes para el usuario y deteriora la confianza en el sistema bancario tradicional.

Una tendencia que marca 2025

El crecimiento de los problemas para retirar o ingresar efectivo se consolida como una de las principales señales de alerta del sistema financiero español en 2025. El hecho de que más de la mitad de la población declare haber sufrido estas dificultades refleja un cambio estructural profundo.

El estudio de Nickel apunta a la necesidad de replantear el equilibrio entre digitalización y atención presencial. Mientras el sector avanza hacia modelos más automatizados, el acceso al efectivo sigue siendo un elemento esencial para garantizar la cohesión social y la confianza de los ciudadanos en la banca.

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