Así es el pueblo de Ávila donde Juan del Val y Nuria Roca se han comprado su refugio rural
Entre la Sierra de Gredos y el valle del Tiétar, al sur de Ávila, se encuentra Candeleda, el pueblo donde Juan del Val y Nuria Roca han decidido construir su refugio rural. Un enclave con clima más suave que el resto de la provincia, vegetación exuberante y un aire casi andaluz que conquista a quien lo visita.
El casco histórico conserva calles empedradas, casas con balcones floridos, aleros de madera y plazas tranquilas donde el tiempo parece ir más despacio. Pasear por él lleva hasta la plaza Mayor, la conocida Casa de las Flores o la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, un ejemplo de gótico rural con torre cuadrada que domina el centro del municipio.
Uno de los rincones con más encanto es la antigua Judería, con viviendas del siglo XV que aún mantienen muros de adobe, vigas vistas y solanas tradicionales donde antaño se secaban higos, pimientos y flores. Hoy, ese legado arquitectónico convive con espacios culturales y una vida local muy activa.
Pero si algo distingue a Candeleda es su entorno natural. Desde Gredos descienden gargantas de agua cristalina que forman pozas naturales perfectas para el baño. La garganta de Santa María atraviesa el propio pueblo; la de Chilla conduce hasta una ermita escondida entre el bosque; y otras más salvajes, como la Blanca o la Tejea, ofrecen rutas menos transitadas para los amantes del senderismo.
En las laderas de la sierra se alza también el castro celta de El Raso, uno de los yacimientos vetones más importantes de la zona, desde donde se obtienen vistas espectaculares del valle y del pico Almanzor, el techo de Gredos.
Rodeados de naturaleza, historia y tranquilidad, Juan del Val y Nuria Roca han encontrado en este rincón de Ávila el lugar perfecto para desconectar, avanzar en su proyecto familiar y disfrutar de una vida más pausada, demostrando que el lujo, a veces, está en el silencio, el paisaje y el tiempo compartido.