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«2024 va a ser un año muy duro para los bancos de alimentos y sus beneficiarios»

Abc.es 

El año de la inflación ha  golpeado de lleno los contenedores de los 54 bancos de alimentos en España y sus beneficiarios directos - alrededor de 1,3 millones de personas desfavorecidas-, que han ido sorteando las fugas de agua que se abrían propiamente en el caudal de donaciones. A la 'expulsión' del aceite de oliva y de la leche del circuito por un fallo en los suministros (las empresas productoras ni siquiera se presentaron a la licitación del concurso del Fondo Europeo de Ayuda a Desfavorecidos, FEAD, en 2023), tal y como publicó ABC , se suma que la gran iniciativa del año, la campaña de recogida de alimentos del pasado noviembre, solo alcanzó el 75% del objetivo fijado. Aun así, no hay que desdeñar que la cesta se abarrotó de solidaridad con 2.221.700 kilos de comida, informa Fesbal (la Federación Española de Bancos de Alimentos). El peor embate llega, no obstante, a partir de hoy 1 de enero, cuando ha culminado el programa FEAD, el canal por el que hasta ahora 'entraban' el 28% del dinero y los alimentos que distribuye Fesbal. Noticia Relacionada reportaje No Las señales de la 'nueva' pobreza Érika Montañés Hay un segundo escalón de la pobreza donde miles de familias sobreviven sin bienes de primera necesidad como detergentes, papel higiénico o pañales Los fondos FEAD se sustituyen este 2024 por un programa que se llama 'Básico' cuenta del Fondo Social Europeo Plus (FSE+, 2021-2027). Aparte del cambio de nomenclaturas, se produce uno de paradigma: así, Europa ofreció a cada Estado la posibilidad de elegir la autoridad competente en la distribución o si continuaban haciéndolo con mecanismos directos. En España el modelo trocará por completo: hasta el momento eran Cruz Roja y Fesbal las organizaciones encargadas del reparto de alimentos; a partir de enero, por una decisión que tomó el entonces Ministerio de Derechos Sociales de Ione Belarra en connivencia con el de Economía y Trabajo Social, serán las autonomías. Lo explica Francisco Greciano , director técnico de Fesbal, a quien le cuesta pronunciar la palabra «mazazo», pero como tal recibieron la decisión del Gobierno español. «Va a ser un año duro para los bancos de alimentos y sus beneficiarios«, vaticina. »Lllevamos dos años de prórroga. Pero en enero entra en vigor el programa de asistencia material básica, que se estructura en dos ejes. Por un lado, los organismos intermediarios de distribución de las ayudas van a ser las comunidades, a través de sus servicios sociales; y el mecanismo de ayuda que van a ejecutar no es una compra a precio sino unas tarjetas monedero» con tarifa estándar. Serán los servicios sociales quienes discriminen a las personas vulnerables y la necesidad 'identificada' de asistencia para concederles una tarjeta y que la gasten en una cadena o supermercado. Pero «se hará a precio de venta, mientras hasta ahora la ayuda alimentaria del FEAD se hacía a compra mayorista», indica como gran desventaja el director técnico de Fesbal. Esa necesidad de ayuda se revisará a los seis meses, aunque la concesión de la ayuda tiene una validez de doce meses. Al menos, un niño También cambia el grueso de las ayudas. Tal y como explica la autoridad de gestión de los fondos que son el Ministerio de Economía y Trabajo Social, junto al de Derechos Sociales, habrá una ayuda protocolizada: cien euros para una unidad familiar de una persona y 30 extra por cada miembro más. «El valor se ha fijado teniendo en cuenta que cien euros supone el 62% del gasto medio por persona en España en alimentos y bebidas no alcohólicas en 2021, de acuerdo con la encuesta sobre presupuestos familiares del INE, y que el umbral de la pobreza en España se fija en el 60% de la mediana de los ingresos por hogar. A partir de esos cien euros, se ha aplicado una escala lineal de aumento en un 30% de las cuantías por cada persona adicional, siguiendo los mismos criterios que los establecidos para el Ingreso Mínimo Vital, hasta un máximo del 120%». MÁS INFORMACIÓN noticia No Un hallazgo incomprensible: Nanotecnología en la Antigua Roma y la copa de Licurgo noticia No El Gobierno tira adelante con su plan para que los becarios coticen Pero hay un requisito nuevo y es que en las familias destinatarias tiene que haber al menos un menor. «El cambio de modelo supone también que se dejan fuera colectivos que hasta ahora atendía el FEAD, como familias sin hijos, personas mayores y en comedores sociales», explica Francisco Greciano a este diario.

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