Un tortuoso problema está acabando con las parejas (y no es la infidelidad)
No sólo la infidelidad puede ser motivo de separación, la rutina y la responsabilidad de los quehaceres domésticos muchas veces causan un problema en la pareja que, si no se dialoga y se pone sobre la mesa el malestar que ocasiona, puede terminar (de mínimo) en terapia de pareja e incluso agotar la relación.