2024, año de definiciones políticas y económicas
En el año que inicia habrá importantes definiciones políticas y económicas tanto en el mundo como en nuestro país, ya que en distintas naciones se está poniendo en duda el actual modelo de mayor libertad económica que se inició a partir de la Caída del Muro de Berlín en 1989.
Hay que recordar que al final de la Segunda Guerra Mundial en 1945, el mundo se dividió en 2 grandes bloques. Por un lado, estaban las naciones que seguían el sistema de mercado como asignador de recursos, en donde los precios determinaban qué se producía, cómo se producía, quienes y como se consumían los distintos satisfactores. Por el otro lado estaban aquellas que seguían un sistema de planeación central, en donde el gobierno definía en base a sus modelos qué se debería y cómo se debía producir, con qué recursos y la sociedad tenía que cumplir con lo dispuesto por las autoridades. En el primer caso se tiene un mayor grado de libertad para las personas que en el segundo y allí estaban los países de Europa Occidental, los Estados Unidos y Canadá, así como Australia y otros más. Por el otro estaban los países de la extinta Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas, liderada por Rusia, así como Cuba, Corea del Norte y otros más. Después de medio siglo se confirmó que el sistema de mercado es un mejor asignador de los recursos, ya que permite mayores niveles de riqueza y bienestar para la población.
Como resultado se generalizó un proceso de mayor libertad en los mercados, de creciente globalización de las economías, lográndose así avances importantes en la producción y en el ingreso de las personas. En estas últimas décadas se tuvo una caída drástica de la pobreza extrema en el mundo, como nunca antes había ocurrido en la historia de la humanidad. De tener a más del 50% de la población mundial viviendo en la pobreza extrema, la misma se redujo a menos del 20% del total.
Sin embargo, la aparición del Covid propició un importante incremento en el gasto público en la gran mayoría de los países y en consecuencia en la inflación. Para lograr su control, las distintas autoridades monetarias han seguido políticas restrictivas que significa una menor liquidez en los mercados y mayores tasas de interés provocando hoy problemas financieros a gobiernos y empresas, así como a consumidores.
Hoy se vuelve a cuestionar cuál debe ser la participación de los gobiernos en las economías, cuál debe ser su grado de intervención y cómo debe de ser la regulación de la actividad económica. Por otro lado, el incremento del gasto público se ha reflejado en inflación y fuerte molestia de los distintos electores. En este año se deberá de definir si se continúa en la lucha contra la inflación por medio de tasas de interés elevadas y menor gasto público o si se opta por permitir que ésta se mantenga en niveles más elevados.
En este año, la mitad de la población del mundo tendrá elecciones de sus gobiernos y de sus congresos lo cual hará más difícil tomar la decisión de proseguir el combate a la inflación. Especialmente relevante serán las elecciones presidenciales en los Estados Unidos y en México. En el primer caso, porque es posible que vuelva a ganar Trump, quien en su primer periodo como presidente mostró su rechazó a la globalización y al comercio, ya que considera que perjudica a las empresas norteamericanas. Esto tendría un elevado costo para México.
En el caso de nuestro país, el actual gobierno ha mostrado su rechazo al funcionamiento del mercado, es partidario de una mayor participación del gobierno en las diferentes actividades económicas y ha debilitado a distintos organismos regulatorios que permiten la competencia. Esta política reduce el potencial del crecimiento de la economía nacional. La elección del próximo presidente definirá si se continúa con esta estrategia o si se revierte.