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Los morcones de la Carnicería Aragón

Abc.es 

Llegamos por la mañana y Eva y Maribel se afanan preparando chorizos. “Ahora se hacen unos 50 kilos y pasado mañana igual otros 50. Nos gusta que siempre haya producto fresco así que vamos en función de las ventas”, nos explica Eva Aragón Ponce, una de las hijas de Genoveva Ponce García. Ella puso en marcha Carnicería Aragón, en Zalea, hace más de 30 años. “Cuánto ha llovido y cómo hemos luchado y trabajado para tener esto”, nos comenta la matriarca.

Genoveva (dcha.) con tres de sus hijas: Maribel, Irene y Eva.Despachando en la tienda está otra de las hermanas, Irene, y en Pizarra, en otro despacho que regentan, Genoveva, la cuarta hija de Genoveva y Antonio. El matrimonio sigue activo, al pie del cañón, haciendo cuanto pueden y dejando que la segunda generación lleve el negocio. Ellos llevan luchando bastante tiempo y recuerdan con GURMÉ Málaga cuando empezaron montando la carnicería en el salón de casa. Un parte era para atender a la clientela y la otra para preparar las carnes y, más tarde, para hacer las chacinas.

A día de hoy ofrecen carnes de cerdo y de pollo, embutidos, ibéricos y chacinas –las que nos han traído hasta aquí– de las que cada vez se escucha hablar más. Las morcillas, los chorizos, las butifarras, la zurrapa, los morcones… Las primeras se utilizan en cocinas como la de Asador Don Joaquín, donde Juan Gómez y Flores Postigo ofrecen una morcilla con tomate “que no podemos quitar de la carta porque siempre la piden”. Es Juani, nos comenta Irene, uno de sus mejores embajadores. “Cuando los clientes le preguntan de dónde es la morcilla él habla de Aragón con cariño y mucho orgullo y eso ha hecho que nos conozcan más personas”, continúa. Y tras Don Joaquín, el mismísimo Dani García, que ha llevado el plato a Tragabuches –Marbella y Madrid– y en la carta deja muy claro que es “morcilla de Zalea”, concretamente de la carnicería de la familia Aragón Ponce.

Los morcones son un plus. Nuestro editor, Carlos Mateos, tenía claro que nuestros lectores, los que no los conocieran, merecían tener estas referencias así que le comentamos a Genoveva si explicaría a los seguidores de GURMÉ Málaga qué tienen sus morcones para ser tan especiales. Ella tiene claro que la clave es seguir la receta antigua, como se hacía antes. “Compro el magro y lo troceo, aliñándolo después con las especias. Le añado la masa del chorizo, del salchichón, de lo que sea que vaya a preparar el morcón, y se va amasando. Después se llena la tripa, el morcón, vaya, y se amarra para cocer. Nada raro, de verdad”, asevera la cabeza de familia.

Siguen la forma de elaboración artesanal para sus chacinas.Los morcones los rellenan a mano, totalmente artesanal. Los chorizos y las morcillas lo hacen con maquinaria que han ido incorporando a las instalaciones de la carnicería y que agilizan el trabajo. “Imagínate hace 30 años, cuando arrancamos mi marido y yo con esto. Era más laborioso. Hasta limpiar las tripas, fíjate, que ahora las puedes comprar y te llegan perfectas, bien limpias”, sentencia.

Antonio y Genoveva han contando siempre con un equipo excepcional: su familia, sus hijas. Estas, desde pequeñitas, compaginaban las mañanas de colegio con un ratito por las tardes echándole una mano a la madre, “llenando chorizos y morcillas para ya después irnos al parque”, dicen las tres, prácticamente al unísono. Recuerdos de infancia alegres y que nos comparten al detalle. De aquellos ratos en el patio de casa a lo que hoy es “una empresa que mantiene a cinco familias”, destaca Irene.

Genoveva muestra alguno de los productos del negocio familiar.

Una selección de productos de Carnicería Aragón.A día de hoy tienen bastante trabajo y la carnicería funciona muy bien. La competencia es mayor, cierto, pero ellas saben cómo combatirla, con calidad del producto y buen servicio. Se afanan por ir a ferias y eventos, de manos de Sabor a Málaga, y se están abriendo a internet y las redes sociales. Mantienen clientes de toda la vida y con los años se han ido adhiriendo otras personas a esta ‘familia’ que es para ellas toda esa gente que ha ido confiando en las chacinas y los productos de Aragón. “La relación es bastante estrecha con algunos clientes. María del mar y Mari Carmen, por ejemplo, que son de Torremolinos y suelen hacernos dos grandes pedidos al año y se llevan de todo. Ya no hace falta ni que nos digan qué necesitan porque sabemos que les gusta más y que quieren comprar”, cuentan las hermanas Aragón Ponce.

Venden sus productos en la tienda que tienen en Zalea.El negocio ha ido incorporando novedades a su propuesta de productos de alimentación y están atentos a las tendencias que se dan en el mundo de la alimentación y la gastronomía. Una muestra de ello es que actualmente preparan todas las chacinas sin gluten y sin lactosa. “Tenemos bastante cuidado con el tema de las intolerancias y el caso es que no se lo esperan de este tipo de empresas y muchos se sorprenden al saber que todo lo que vendemos está libre de alérgenos”, reseña Irene.

Mientras hablan unas y otras Genoveva las mira con gesto cariñoso y con orgullo. Como ella misma nos ha comentado anteriormente, lo que hoy tienen, estos productos que llegan a nosotros, tienen mucho esfuerzo y dedicación detrás. Se nota en cada una de estas propuestas la atención que se pone, el cariño y la constancia, la calidad y el cuidado, aspectos intangibles pero que sí, que están en todas y cada una de las morcillas, los chorizos y los morcones que llegan a nuestras mesas desde Carnicería Aragón.

Carnicería Aragón, en Zalea.

Carnicería Aragón vende únicamente a través de su punto de venta, en la tienda que tienen en Zalea y en un despacho que abrieron después en Pizarra. En Zalea están en la calle Virgen de los Dolores y abren de lunes a sábado, de 9 a 14-15 horas aproximadamente.

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