Emigrar: los 4 mejores países europeos para ir a vivir después de jubilarse, según los especialistas
Instalarse de por vida es una decisión que no se puede tomar a la ligera.
Emigrar de Argentina es una opción viable después de conseguir la tan ansiada jubilación. Algunos especialistas tienen recomendaciones que pueden ayudar a elegir un destino.
Un objetivo deseado por muchos es la estabilidad económica, y Europa tiene varias opciones para los jubilados. Estos 4 países poseen las mejores calificaciones para ser elegido como sede de disfrute de la tercera etapa de la vida.
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Hay que elegir un destino sabiendo todo lo que tenemos por delante para vivir. (Foto: Archivo)
Vivir en Europa después de jubilarse: los mejores países
Al pensar en jubilarte en Europa, te encontrás con una variedad de opciones en un continente lleno de cultura, salud de calidad y un alto estilo de vida.
A continuación, te contamos cuáles son los mejores países europeos para emigrar una vez te hayas jubilado:
- España: El Reino de España, situado en la Península Ibérica y limitando con Portugal y Francia, es una opción repleta de cultura, tradición, diversidad y una clara ventaja para los argentinos: la cuestión idiomática.Si hay algo que sobra en España es la costa, dada su salida al Océano Atlántico, el Mar Mediterráneo y el Mar Cantábrico, pero también hay clima de montaña con la Cordillera Cantábrica, los Montes de León, los Pirineos, la Cordillera Ibérica y las Cordilleras Béticas, como así también los puntos de altitud de las Islas Canarias.
Las Islas Canarias. (Foto: Turismo España)
- En la mayoría de pueblos y ciudades que hay para explorar está la presencia de la historia y cultura propia de cada comunidad, siendo claro ejemplo de esto el País Vasco o Cataluña.España es una oportunidad para invertir y jubilarse en el extranjero por sus bajos costos de vida y los precios accesibles de la vivienda, según informa el sitio especializado Live and Invest Overseas.
- Portugal: La República Portuguesa, ubicada también en la Península Ibérica (en su mayor parte) y comprendiendo los archipiélagos autónomos de las Azores y Madeira, empezó a ser un destino muy elegido a partir de la década de 1990. Al día de hoy, es el hogar de aproximadamente 700 mil residentes extranjeros.Quien elija a Portugal podrá disfrutar de bellos paisajes, grandes dosis de arquitectura histórica de Estilo Manuelino y playas espectaculares de arena blanca ante el Océano Atlántico, además de un característico clima templado.El Algarve, la región más al sur de Portugal, posee sierras, viñedos y ríos importantes como el Duero, el Miño y el Guadiana.
Belmonte, Portugal. (Foto: Visit Portugal).
- Según Global Peace Index, Portugal es considerado como el 19.º país del mundo con mejor calidad de vida, en especial por su gente hospitalaria, la seguridad y sus servicios sanitarios.Aunque el portugués pueda parecer una dificultad, hay que tener en cuenta que mucha gente de este país puede hablar inglés.
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- Grecia: Es difícil darle una mejor reputación a Grecia con la vasta historia que lleva detrás como cuna de la civilización occidental y sus magníficos paisajes ante el Mar Egeo, el Mar Jónico y el Mar Mediterráneo.Pero no es tan conocido y es un gran dato para los jubilados que decidan instalarse en esta península que Grecia posee un costo de vida bajo en relación con lo que es Europa, según explica Live and Invest Overseas.
Una vez radicados en Grecia, el resto es disfrute y adquisición de conocimiento a través del recorrido de sus múltiples islas, olivos, viñedos y distintas ciudades y pueblos repletos de personas caracterizadas por ser cálidos y buenos anfitriones.
Atenas, capital de Grecia. (Foto: Visit Greece)
- Francia: Sobre la comida, el vino, el arte y la arquitectura francesa ya se ha dicho prácticamente todo, pero los jubilados que deseen instalarse en el país galo tienen que saber que el ensueño que uno pretende imaginando vivir allí es completamente real.Francia ofrece 2 variables distintas e igualmente interesantes al momento de elegir dónde vivir. Por un lado, está su capital, París, ícono de la moda, la elegancia y el deseo artístico. Por el otro, la relajación que puede aportar una vida en el campo o cerca de las montañas en el interior del país.
Nieve en el Palacio de Fontainebleu. (Foto: France.fr)
El denominador común de ambas propuestas es el placer gastronómico que otorga Francia, hogar de algunos de los mejores quesos y vinos del mundo, y los paisajes únicos que vienen de la mano de la naturaleza y la arquitectura.